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30 de junio de 2016

Este viejo me va a dejar pobre !!!

Días pasados estaba haciendo un trámite en el banco, cuando escuché a mi lado una frase que me conmovió:

"Ese viejo me va a dejar pobre"

 

Mi curiosidad pudo más que mi desagrado y pregunté el motivo de tal expresión.

Me respondió: tengo que hacer frente a cubrir los gastos cotidianos de nuestro padre, mi hermano no se hace cargo de nada; mi pareja y mis hijos reclaman a lo que deben renunciar y que podrían disfrutar usando ese dinero. 

Nuestro padre nunca planificó de dónde recibiría el dinero para vivir dignamente a su vejez y yo pago las consecuencias, cada día será peor.

Cuando comparamos a los ancianos con los niños, no tenemos en cuenta que a los niños se les acepta todo,  porque tenemos la expectativa que el niño está en un proceso de aprendizaje, comenzar a comer solo, controlar sus esfínteres,  etc., mientras que al anciano no se le soporta la involución, porque el ya aprendió, tuvo su oportunidad y sabemos que no  tiene expectativas de nuevo aprendizaje sino que comienza un proceso de retrocesos.   

 

¿Cuándo es el momento adecuado para comenzar a planificar para el mañana?

Hoy es el mejor día, comenzar con un plan de capitalización o ahorro mediante el cual te garantiza disponer del dinero siempre o cuyo objetivo sea la etapa de jubilación, realizando aportes voluntarios, complementarios a los que la personas pueda tener el derecho por haber contribuido con el sistema público de la Seguridad Social.


Seguro de vida para disfrutar en vida
El plan de pensión es un vehículo de capitalización-ahorro-inversión disponible para cubrir ciertas contingencias determinadas, que otorgan el derecho al contratante o designar a las personas que designe para que lo reciban en caso de fallecimiento. 

Coberturas adicionales frente a accidentes personales, invalidez, incapacidad, enfermedades graves o terminales, constituyen en estos planes protección y previsión frente a situaciones no planeadas y que pueden afectar nuestra economía.

En otros casos los planes de pensiones también están ligados al concepto de asegurar una determinada cantidad económica al llegar a una edad acordada, un estado de incapacidad permanente, o por el fallecimiento.

Visto los párrafos anteriores la respuesta es claramente que sería bueno que al menos fueras viendo información sobre los planes de pensiones.

¿Cuando pensar en los planes de pensiones?

Todo momento para dedicarle a la información a los planes de pensiones son malos! Como lo lees! 

Siempre “te viene mal” informarte sobre ello.


En el 2050, Argentina será uno de los países más envejecidos, no sabemos si habrá pensiones para todos. 

Comienza hoy a construír un futuro para disfrutar mañana.



La mayoría de las personas nos levantamos por la mañanas pensando en muchas cosas que necesitamos. Puede ser desde algo que hace falta en el refrigerador, unos zapatos que nos hacen falta, una camisa, un libro que queremos, pero muy pocas veces, o ninguna, nos despertamos pensando que necesitamos un seguro de vida y que hoy vamos a ir de compras y que vamos a contratar uno. Te apuesto a que si te pidiera que buscaras una razón para contratar un seguro, de vida para ti, es muy difícil que la encuentres. Empezando porque no tienes la costumbre de pensar en ellos como una necesidad en tu vida. No es “normal” que veamos a los seguros de vida como cosas de primera necesidad en nuestras vidas. - See more at: http://www.epapemex.net/10-razones-para-contratar-un-seguro-de-vida-que-esperas/#sthash.aQvNbtjz.dpuf
La mayoría de las personas nos levantamos por la mañanas pensando en muchas cosas que necesitamos. Puede ser desde algo que hace falta en el refrigerador, unos zapatos que nos hacen falta, una camisa, un libro que queremos, pero muy pocas veces, o ninguna, nos despertamos pensando que necesitamos un seguro de vida y que hoy vamos a ir de compras y que vamos a contratar uno. Te apuesto a que si te pidiera que buscaras una razón para contratar un seguro, de vida para ti, es muy difícil que la encuentres. Empezando porque no tienes la costumbre de pensar en ellos como una necesidad en tu vida. No es “normal” que veamos a los seguros de vida como cosas de primera necesidad en nuestras vidas. - See more at: http://www.epapemex.net/10-razones-para-contratar-un-seguro-de-vida-que-esperas/#sthash.aQvNbtjz.dpuf

24 de junio de 2016

¿ Mí casa és un activo?

La casa donde vivo,  ¿ és un activo? 

Un inmueble tiene el potencial “per se” de ser un activo. 

Esto quiere decir que si somos dueños de un inmueble, siempre tenemos la posibilidad de alquilar ese inmueble y percibir así una renta. 




Al generar esa renta de manera permanente, ese inmueble se transformó en un activo, ya que comenzó a colocar dinero en nuestro bolsillo. 

Ahora, si ese inmueble resulta que es el hogar donde vivimos con nuestra familia, esa renta no existe por no estar alquilándolo. Entonces, en consecuencia, al vivir nosotros en la casa, estamos dejando de ganar dinero. Ese inmueble, sencillamente, no está colocando el dinero en nuestro bolsillo que podría colocar.

Ahora, nosotros podemos decir “mi casa no me da dinero pero tengo un techo donde dormir y un lugar donde vivir”

Desde un punto de vista no-financiero, esto es completamente cierto, pero financieramente hablando, por el hecho de estar viviendo en ese inmueble, estamos pagando un costo de oportunidad y dejando de ganar dinero. 

Si a esto le sumamos que -supongamos- compramos la casa a través de un préstamo hipotecario, la conclusión es que no sólo estamos dejando de obtener una renta por vivir en nuestra casa sino que además nos implica un gasto mensual. En definitiva, esta casa nos saca dinero de nuestro bolsillo, por lo tanto, se trata de un pasivo. 

En este caso concreto, eso que llamamos “nuestra casa” no es nuestra. Nuestra casa es del banco, al menos por la parte que corresponde al monto del crédito hipotecario. Y si no pagamos puntualmente la cuota mensual, el banco tiene el derecho de ejecutarnos y rematarnos la casa, eventualmente. 

Entonces, en este caso, la manera para que nuestra casa pase de ser un pasivo a un activo, sería alquilar el inmueble por un monto superior a la cuota que estamos pagando de crédito hipotecario. 

Quizá no nos quede mucho en el bolsillo, pero nos generará un flujo constante de dinero. Y ese flujo es un ingreso “pasivo” o “residual”. 

En conclusión: si somos dueños de un inmueble y lo usamos para vivir en él, ese inmueble no es un activo ya que no pone dinero en nuestro bolsillo. En cambio, si lo alquilamos, entonces se trata de un activo ya que nos ingresa dinero mes a mes. 

Si el inmueble está grabado con una garantía hipotecaria (un préstamo hipotecario) y lo usamos para vivir, el inmueble es un pasivo. 

Pero, si a pesar de la hipoteca, lo alquilamos y después de pagar la cuota correspondiente nos queda dinero disponible producto del alquiler, entonces el inmueble pasó de ser un pasivo a un activo.

Fuente: Federico Medina

Un plan de  Capitalización siempre es un Activo.

Utilizando una pequeña parte de tu ingreso construyes más Activo para grarantizar tu pensión o retiro.



 

23 de junio de 2016

Las seis reglas de oro para planificar la jubilación




Uno de los grandes males de la pequeña y mediana empresa (pyme) es la incapacidad de sus dirigentes de ir más allá del día a día, es decir, de pensar a largo plazo por lo tanto de planificar estratégicamente. Esta problema suele coartar sus posibilidades de crecimiento y en ocasiones llevarla a la disolución. Evidentemente el ser humano no es como una empresa, pero demuestra las mismas carencias en determinados aspectos y su capacidad para planificar el futuro en el largo plazo es una de ellas. Algo lógico, dado que "nuestra evolución nos ha preparado para lidiar con hechos inmediatos. En la intemperie, donde nuestra especie ha estado cientos de miles de años, se sobrevivía estimando consecuencias inmediatas y poco sutiles: si vienes el tigre, corre, si haces una lanza, comerás carne. Así que pensar estratégicamente es antinatural, porque hay que tener en cuenta el largo plazo", expone el blog
Estratega.com.
Unos cuantos siglos de civilización han servido para acallar en parte ese instinto de inmediatez y desarrollar la parte más analítica, que es precisamente la que distingue al hombre de los animales. Sin embargo, en muchos ámbitos seguimos sin ser todo lo previsores que deberíamos y la planificación de nuestra jubilación es una de ellas. Al igual que en la mayoría de países del Viejo Continente, nos hemos acostumbrado a depender del Estado en muchos apartados de nuestras vida y el de la manutención tras la jubilación es una de ellas. Pero con apenas plantearse dos preguntas es fácil ver la necesidad de planificar la vida más allá del trabajo y tomar cartas en el asunto:

1- Vivimos más y gastamos más
En la página web The Montley Fool lo explican de la siguiente forma: "esta no es la jubilación de tus padres". Por muy directo que pueda parecer es totalmente cierto. La esperanza de vida está aumentando a un ritmo vertiginoso. De hecho, la media se encuentra en tono a los 80 años, dos más que en 1995, lo que sirve para hacerse una idea de hasta qué punto disponemos de más tiempo tras la jubilación. Pero no sólo se trata de un tema disponibilidad temporal, sino de toda una revolución socio demográfica. Y es que no sólo vivimos más, sino que lo hacemos en mejores condiciones desde un punto de vista estrictamente físico.
Estas mejoras en la salud y las expectativas de vida conllevan a un aumento de la actividad y un estilo de vida totalmente diferente al de hace tan solo una década que, evidentemente, hay también es más caro. De esta forma, si antes raro era el caso de quien gastaba todo lo ahorrado para la jubilación, ahora ocurre más bien lo contrario. Además, el continuo aumento del precio de la vida no juega precisamente a favor de un cambio en esta tendencia. Por eso, es necesario lograr más dinero para afrontar con garantías la jubilación.
2- Una batalla en solitario
Los ciudadanos europeos tienden a pensar que si todo falla, siempre podrán recurrir al Estado, pero no hay que estar tan seguro. Evidentemente, la Seguridad Social seguirá siendo un bastión en lo que a pensiones de jubilación se refiere, pero ¿hasta cuándo y dónde? España es uno de los países con menores índices de natalidad, lo que hace que su población envejezca más rápido que en otros países vecinos. La traducción de este fenómeno en materia de jubilación es que cada vez menos contribuyentes tendrán que pagar las pensiones de más jubilados y en teoría llegará un punto crítico donde el sistema no se sostenga por sí mismo (de hecho, el Gobierno ya ofrece beneficios fiscales a quienes alarguen su vida laboral más allá de los 65 años). Todavía estamos lejos de ese momento y difícilmente llegaremos un punto en el que el Estado deje de pagar. El problema será más bien la cuantía de esas pensiones, que posiblemente no sirva para cubrir el coste de la vida.
Algunos pocos afortunados también cuentan con un plan de pensiones en su empresa que sirve como complemente al de la Seguridad Social. Sin embargo, el aumento de la movilidad en materia laboral hace que este tipo de herramientas pierdan parte de su valor, ya que hoy en día raro es el trabajador que permanece suficiente tiempo en una misma compañía como para que estas gratificaciones sean significativas.
Así las cosas, el gran bastión para cualquier persona deben ser sus propios ahorros. Por fortuna, y a diferencia de los dos puntos anteriores, es posible ejercer un control total sobre este activo, que debe ser la pieza principal para asegurarse una jubilación digna.
3- Mejor 'mover' el dinero
La capacidad de ahorro de cada persona será la que determine en buena medida el tipo de jubilación que obtendrá, pero existen otras variantes. La cantidad es importante, pero todavía lo es más que ese dinero esté en movimiento, es decir, obtener un rendimiento del mismo. Muchos ahorradores piensan que con la contratación de un plan de pensiones ya han resuelto su jubilación, pero esto sólo es una verdad a medias. Conviene hacer un seguimiento detallado y sobre todo activo de ese capital. No hay por qué 'dejar todos los huevos en una misma cesta' durante un tiempo indefinido. Existen multitud de opciones que el gran público desconoce simplemente porque no se ha molestado en informarse en su entidad bancaria habitual.
4- Nunca es pronto, pero tampoco tarde
Uno de las grandes incógnitas que abordan a cualquier ahorrador es cuándo empezar a planificar su jubilación. Lo ideal según los expertos es hacerlo entre 20 y 25 años antes del retiro. Sin embargo, hay que tener en cuenta una máxima: cuanto mayor sea el plazo de inversión mayor será rentabilidad. Según datos de un estudio realizado por TNS para la gestora de fondos Fidelity, sólo un 20% de los menores de 35 años ha comenzado a prepara la jubilación. En general, los españoles son poco dados a planificar su retiro (apenas un 37% lo hace) y por lo tanto pierden parte de la ventaja de estas 'inversiones' a largo plazo. Sin embargo, hay que recalcar que nunca es tarde para ahorrar. Sólo habrá que seguir una estrategia distinta y posiblemente más agresiva.
5- Diversificar y definir la estrategia
Muchas personas ven la planificación de su retiro como una inversión en una sola dirección: plan de pensiones, cuando la realidad es mucho más amplia. Existen multitud de vehículos de ahorro en función del perfil, plazos y objetivos de cada persona. El error más común suele ser apostar por un plan de pensiones demasiado conservador o demasiado agresivo. En este contexto, siempre y cuando exista suficiente margen temporal, lo ideal es crear una estrategia equilibrado donde la inversión esté suficientemente diversificada (bonos, acciones, letras...).
En líneas generales, es más sencillo rentabilizar una inversión a tan largo plazo, al igual que en estos periodos la Bolsa es lo más rentable en términos estadísticos. Según el libro Stocks for the Long Run ('Acciones para el largo plazo' traducido al castellano) los títulos de bolsa superan en un 80% de las veces a los bonos por una diferencia del 90% en periodos de 10 años, margen que aumenta al 100% cuando se sube hasta las tres décadas. Lo bueno de invertir muy a largo plazo es que permite recuperarse de posibles errores y asumir una estrategia algo más agresiva con un menor riesgo.
Normalmente cuanto más cercana está la edad de jubilación más conveniente es reducir el riesgo, asumiendo, claro está, que se haya comenzado a ahorrar con tiempo. En caso contrario habrá que plantearse si conviene apostar fuerte para asegurarse un retiro algo mejor o contentarse con una rentabilidad más modesta y un retiro algo más apurado.
6- Ventajas fiscales
La inversión y ahorros para la jubilación se relacionan siempre con un dinero que no se puede o debe tocar (en la mayoría de casos existen penalizaciones por reembolso anticipado), pero también se trata de inversiones de las que se puede sacar provecho anualmente a través de las ventajas fiscales que llevan aparejadas. Consciente de que no siempre podrá mantener el nivel de vida de los jubilados, desde el propio Gobierno se incentiva el ahorro para la jubilación. Los planes de pensiones son el mejor ejemplo, ya que las aportaciones a los mismos son deducibles (siempre dentro de unos límites) y, de hecho, son uno de los vehículos más utilizados por los españoles para rebajar su factura fiscal.
En cualquier caso, conviene no tomar a la ligera el ahorro/inversión para la jubilación, ante el que cabe un último consejo: ser avaricioso. Todo euro ganado servirá para evitar sobresaltos después de una vida de trabajo.
Autor. José Trecet. Analista financiero de Financialred.com

20 de mayo de 2016

Planificación, ahorro y entusiasmo:



Un Estudio social sobre la Jubilación o Pensión: 

Expectativas y experiencias, nos trasladan una imagen viva del colectivo de jubilados y de las personas próximas a esta situación laboral. 

Cierto optimismo, ganas de disfrutar y una actitud proactiva respecto a la previsión, se enfrentan a hechos como la mayor esperanza de vida y a la preocupación por las siguientes generaciones.



En Argentina están accediendo a la jubilación las mujeres nacidas en 1956 y hombres en  1951 y en una década lo harán los llamados hijos del «baby boom» de los años 60, y es en ellos, en los que de manera más evidente hacen mella las preocupaciones que desde los ámbitos político y económico se vierten sobre la sostenibilidad de las prestaciones económicas que, en menor o mayor cuantía, reciben los trabajadores desde 1949 en nuestro país.
Con anterioridad existían seguros que amparaban diversas contingencias y estaban basados, como su desarrollo posterior, en las medidas que el canciller Otto von Bismark instauró en Alemania en 1884 con el nombre de seguro social para la vejez, una iniciativa que conceptualmente se culminaría en 1942 cuando el economista y político británico, William H. Beveridge, propuso sus planes sociales avanzados y acuñó el término de "estado del bienestar".
En el año 1949 en la presidencia de Perón, siguiendo una tendencia mundial se reforma la Constitución a favor de la clase trabajadora y se crea el derecho a la jubilación. En su Art 37 que era muy extenso, bajo la denominación "derechos especiales" estaban dividos en 4 grupos: Derechos del Trabajador, Familia, Ancianidad y Educación/Cultura.
En 1955 el gobierno militar anuló esa reforma y volvió a la Constitución anterior, pero eran tan fuertes los "Derechos especiales" que ya se habían instaurado en la sociedad que hubo que agregar un artículo a la Constitución Nacional el (14 bis) consagrando las conquistas de los trabajadores, que ya no podían ser ignoradas por el Estado, entre ellos la Jubilación.
En 1993 nació la  jubilación privada en la Argentina, durante la primera presidencia de Carlos Menem, se sancionó la ley 24.241, que estableció el desdoblamiento del sistema de jubilaciones y pensiones. 

Así, la reforma del sistema en la Argentina, que tiene como antecedente la implementada en 1981 en Chile, forma parte de los cambios centrales de política económica instrumentados en la década del 90. 

Instauró el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJO), que incluye al de reparto -tradicionalmente en manos del Estado- y el de capitalización. Nació, entonces, un sistema de ahorro individual de aportes, con inversión de los fondos en el mercado de capitales y administrado por empresas privadas, bajo la forma de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). 

En 2008 la ley 26.425, estatiza el sistema provisional y pone fin a las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).

La norma, implicó una extraordinaria transferencia de 74.000 millones de pesos a manos del gobierno de Cristina Kirchner.