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13 de agosto de 2015

Evolución de la Inflación Anual en Argentina 1935/2013

Compartimos datos del comportamiento de nuestra moneda y el dólar estadounidense con el propósito de ayudar a comprender la pérdida del valor adquisitivo por efecto de la inflación  anual registrada en los últimos 78 años.




Evolución del Dólar en los últimos 25 años - Cotización dólar oficial

Aparición del cepo y del dólar blue



 Interesante ver presentación: Historia de la moneda Argentina



Asesores en Planificación Financiera: Nuestro objetivo, ayudar a nuestros clientes en la elección de la moneda con la que van a diseñar y concretar su plan individual de protección y previsión.

9 de agosto de 2015

El secreto está en la Jarra

Estando en un seminario en una escuela de negocios, un profesor llegó al aula con una jarra de cristal. 

Nos miró fijamente y todos nos preguntábamos qué iba a pasar.
De repente se dirige a nosotros y nos pregunta, ¿qué tengo en las manos?, y todos contestamos lógicamente, que tenía una jarra. 
Acto seguido preguntó, ¿qué hay dentro de la jarra?, todos coincidimos respondiendo nada, no hay nada en la jarra.
Con tono condescendiente y sonriendo, nos rectificó diciendo que estábamos equivocados, pues estaba  llena de aire. 
Claro, todos nos reímos al oír tal tontería, pero seguía de pié y con la jarra en las manos. 
Se giró y cogió una bolsa con piedras y la vació dentro de la jarra. 
Volvió a preguntar, ahora la jarra está llena de piedras, ¿cabe algo más?. 
Todos dijimos que no, que ya estaba a tope y era imposible. 
Volvió a girarse y cogió otra bolsa, esta vez llena de piedritas. 
La vació dentro de la jarra y volvió a preguntar, ahora ¿cabe algo más?. 
Una vez más contestamos que ya era imposible meter algo más.
Otra vez nos rectificó. Se giró y cogió otra bolsa, en esta ocasión, de arena. 
Volvió a vaciarla en la jarra y poco a poco se fue llenando de arena hasta el mismísimo borde de la jarra. 
Aparentemente era imposible llenarla con algo más, pero aún así volvió a preguntarnos.  
¿Cabe algo más en la jarra? 
Ya dudando dijimos que no, pero como esperábamos, se volvió a girar y cogió una botella de agua que, por supuesto, vació por completo dentro de la jarra.
Ahora es cuando ya no cabe nada más, nos dijo. 
Con todo esto, os he querido demostrar que si nos preocupamos de valorar todo lo que tenemos que hacer en un día, semana, mes, etc., podemos llegar a hacerlo sin que nos falte tiempo. 
El secreto, saber p-r-i-o-r-i-z-a-r  y diferenciar lo urgente y lo importante de lo no urgente y lo no importante. 
Una vez dicho eso, se dió media vuelta y salió del aula, la clase había acabado.
Aunque corta, nunca olvidaré esa lección.

Fuente: empatic

11 de mayo de 2015

Riqui - Historias personales para compartir


. . . se junta conmigo todos los sábados, alrededor de las siete de la tarde, en el cafecito de la esquina del colegio en donde hicimos algunos años de nuestra escuela secundaria, aunque no estuvimos en la misma división. 

En estos últimos meses Riqui llega con el cabello mojado porque viene de sus sesiones de rehabilitación, lo que implica que tenga que hacer ejercicios en una piscina junto con un grupo bastante numeroso de muchachos, todos accidentados, con diferente gravedad de lesiones.

Habitualmente lo saludo con una referencia a nadadores destacados de nuestro deporte.

" ¿ Qué hacés, Nicolao ? "

" ¡ Meolans, viejo nomás ! "

" Che, Riqui, recién pasó Georgina Bardach  y te dejó saludos."

" ¿  En qué nadás . . . digo . . . en que andás, Abertondo ? "

" ¿ Entrenando o estrenando, Candiotti ? "

Él sonríe condescendiente, acostumbrado a mi sin sentido del humor, deja el bolso a un costado y se sienta.

Mi amigo es rubio y tiene pinta, es alto, delgado, peina algunas canas, pocas, conserva la mayoría de su cabellera actualmente más corta que en los años setenta, usa bigotes y conserva la cara juvenil.

Antes su sonrisa era fácil y contagiosa.

Ricardo pasea ahora varios pares de clavos y un par de placas de una aleación de titanio en su pierna izquierda.

Su tibia y su peroné se fracturaron en el accidente en el cual Pistola perdió la vida.

Un vehículo de gran porte invadió el carril por el cual circulaban en el automóvil conducido por Pistola, dentro de la velocidad establecida como máxima - según pudieron establecer las pericias del siniestro- , con las luces bajas encendidas y en perfectas condiciones de funcionamiento.

Además, Riqui sufrió múltiples traumatismos menores y escoriaciones.
A veces, al salir del bar, se toma de mi brazo hasta que llegamos al auto.

Me explica que, no es muy frecuente pero tiene problemas leves de equilibrio.

A consecuencia de la conmoción cerebral que superó sufre también de pérdidas de memoria parciales.

Fuí victima de sus despistes, sin embargo . .

Es imposible enojarse con Riqui.

Es una de las razones por las cuales Pistola se lo llevó a trabajar con él.

Cuando había que decir : " No." ; Riqui sabía como hacerlo sin herir suceptibilidades, ni crear rencores.

Cuando había que dar noticias desagradables era Riqui, y no Pistola, quien le hacía frente a la situación. 

Una condición adicional a su gran capacidad de trabajo.

A su versatilidad.

Pistola fue pionero en instalar una farmacia sin ser farmacéutico y la transformó en una cadena, en abrir un pool, en inaugurar una cancha de paddle, en armar videoclubes, en gerenciar parripollos y en reciclar propiedades con mejor visión a futuro que cualquier arquitecto.


Entraba a un rubro sin conocerlo a fondo y salía de él vendiendo los fondos de comercio antes de que el exceso de inversores o las voraces presiones fiscales derrumbaran el negocio.

En cada actividad Riqui fue su mano derecha.

Pistola, que no tenía un gramo de tonto, le pagaba excelentemente bien a Ricardo por secundarlo.

 

Por eso Riqui solventó de su bolsillo los gastos médicos que generó su internación y está pagando los EEG - Exámenes de ondas cerebrales -, las tomografías computadas, las resonancias magnéticas y todos los otros estudios que debe y quiere hacer para controlar su rehabilitación.

Pistola y Riqui nunca formalizaron su vínculo laboral.

Ni Graciela, la viuda de nuestro amigo, ni sus hijos, aunque desean con todo su corazón hacerlo, están hoy en condiciones de poder asistirlo, debiendo enfocarse en la resolución de sus propios y graves problemas financieros surgidos por el fallecimiento de Pistola. 

Riqui es consciente de que mientras dure la incapacidad temporal que lo afecta deberá pagar de sus ahorros la continuidad y el desarrollo de la vida normal de su familia, de su esposa, de sus tres hijos ; de su madre y de sus suegros, a los que " ayuda ".
 
De lo que no tiene conocimiento es del tiempo en que durará esta incapacidad, ni de si necesitará una o más intervenciones quirúrgicas en su zurda, con la que supo hacer tantos goles y tirar centros a las cabezas en los picados del club y de la plaza enfrente del policlínico.

La única vez que hablamos con Pistola de una póliza, para que suscribiera un seguro de vida, hace más de diez años atrás, Riqui, su hombre clave, el de su mayor confianza, estaba presente. 

Con ambos, mis mejores amigos, mis compinches, mis consultores preferidos, compartí las posibilidades de incorporar en estas coberturas las cláusulas de fallecimiento accidental y de incapacidad.

Pistola, se los conté, declinó mi ofrecimiento.

Riqui, se comportó igual que muchas otras personas con las cuales hablo de seguros, hizo como que no le hablaba a él, incluso cuando Pistola nos dejó solos en su oficina, siendo que mi intención desde la amistad y desde lo profesional, era que mis dos amigos estuviesen protegidos.

Pistola podía brillar más como emprendedor exitoso ante los contactos profesionales y los proveedores, pero los tres sabíamos que la mayoría de sus " goles " empresariales, de sus golazos en los distintos nichos de mercado, sus " taquitos ", sus " palomitas ", sus " chanfles " a la red eran preparados y centrados por Ricardo.

Riqui se autoexcluyó de la posibilidad de suscribir un seguro de vida.



¡ El habilidoso que dejaba los balones servidos en el área chica al goleador del equipo no se permitió una anotación personal !

¿ Trabajó tanto para el conjunto que se habituó a postergarse a sí mismo ?

Me resulta evidente, como crítica a mi desempeño, que no puntualicé lo suficiente que estábamos hablando de ellos y de sus familias, porque ambos me contestaron desde lo individual y sé, los conozco desde nuestras adolescencias, de su generosidad y que los dos lo harían todo y más por los suyos.

De Pistola, desde su rol, lo tenía dentro de las posibilidades que evalué antes del encuentro.

De Riqui, me sorprendió.
 
Tal vez sea un mecanismo psicológico de protección, una suerte de autodefensa psíquica, lo ignoro . . . 

Si usted cuando le hablan de los seguros de vida tiene el mismo comportamiento que Ricardo, le deseo que tenga el mismo respaldo económico personal que él tiene.

Y ruego fervientemente que a todos ustedes les alcance para superar las circunstancias económicas y los traumas físicos y psíquicos posteriores.


Si no es así, quizás . . . le sería conveniente concertar una entrevista con un productor asesor de seguros para protegerse usted y para proteger a quienes dependen de usted : sus seres queridos, su familia.
 
Por favor, no se autoexcluya, ni los excluya.


Gracias Alejandro Lacquaniti por compartir tu historia con nosotros. 


27 de marzo de 2015

Todo depende de nuestra atención y actitud



Te invito a leer esta historia que no tiene desperdicio.




Cuentan que en una gran tienda de Madrid llamada El Corte Inglés comenzó a trabajar un nuevo vendedor, como algunos conocen se trata de un gran edificio que cuenta con varios pisos y una enorme cantidad de artículos de los más variados.

Cuando termina el día su jefe le pregunta:

- ¿Cómo le ha ido con las ventas? a lo que el empleado le responde:


- Muy bien, hice solo una venta.


-¿Cómo?. ¿Una sola venta?. ¡Pero si el promedio de ventas es de 30 a 40 por día.

- Sí, pero la venta fue de 150.000€ 


- ¿150.000€?. ¿Y que vendió?


- Bueno, mire... Resulta que primero le vendí un anzuelo pequeño, uno más grande y uno de esos de muchos colores... 

Luego le dije que unos anzuelos tan buenos merecían una buena caña, así que le vendí dos pequeñas y una grande, también le vendí los cebos  y como todo eso no iba a llevarlo en la mano, también le vendí una caja grande para los artículos de pesca.
Como el día estaba algo nublado le dije que no se descuidara de la lluvia por lo que el hombre decidió comprar también un par de botas para la lluvia, un chubasquero y todo un conjunto impermeable. 

Nos pusimos a hablar y tampoco tenía linterna ni radio por lo que también se llevó eso. 


Le pregunté donde pescaba y me dijo que le gustaba pescar en el mar, entonces le ofrecí un bote con motor fuera borda que también compró, cuando se iba me dijo que el bote le iba a rayar el coche, entonces le ofrecí un Land Rover 4x4 que le encantó..., como iba a estar en el bote y el Land Rover lo tendría que dejar en el puerto le instalamos un equipo de seguridad de última generación..., y como la pesca iba a ser mar adentro también decidió llevarse unas redes. 

Por último dado el valor de lo comprado. le sugerí  asegurar todo y agregar un seguro de vida  por accidente o invalidez, cosa que le pareció muy acertada al salir de pesca mar adentro.

El jefe asombrado le dijo:

- ¿Y todo eso se lo vendió porque vino a comprar un par de anzuelos?.

- ¿Anzuelos?. No, el hombre vino a comprar protectores íntimos femeninos ultra absorbentes y entonces yo le dije:
Ya que se te arruinó el fin de semana... ¿por qué no te vas de pesca?.

Es un claro ejemplo de un vendedor muy exagerado, pero válido para demostrar que los vendedores debemos estar siempre atentos a conversar de los temas más importantes para nuestros clientes, su familia y su futuro, una vez que ellos descubren con nuestra ayuda las necesidades que tienen y como podemos ayudarles a protegerlas solo queda un paso para que contraten un seguro o asistencia para protección o planificación.

Con cada pregunta que realizamos al cliente más conciencia toma de sus necesidades, debemos ser pacientes y quedarnos callados para poder escuchar con atención lo que el cliente  cuenta y transformarlo a su favor en un argumento de venta. 

Digo lo de ser paciente porque, como bien me explicaron recientemente en una charla, las personas realizamos generalmente la siguiente pregunta: "Hola ¿cómo estás?" no porque nos interesa saber cómo está la otra persona, sino porque egoístamente queremos hablar de nosotros y si hablamos no escuchamos y escuchar es un principio básico de la venta.



No esperes a nada ni a nadie, desde ahora mismo debes poner en práctica lo que te recomiendo, seguro que aumentas tus ventas.

Abrazos
Norberto









6 de marzo de 2015

Pistola - Historias personales para compartir

Pistola 

. . . Pistola es mi amigo desde que los dos teníamos quince años.

La mayoría de mis amistades se generaron en la escuela secundaria, sin embargo a Pistola lo conocí en el club y comenzamos siendo de alguna forma rivales.

Jugábamos a la pelota todos los fines de semanas, a veces en el mismo equipo, otras veces enfrentados.

Eso sí, en los veranos, en la piscina, parábamos en el mismo sector y ahí comenzó a forjarse nuestra amistad alternando competencias acuáticas informales y la contemplación de las pibas que frecuentaban la institución en los setenta. 


A los dieciocho nos postulamos para ingresar a trabajar al mismo banco y nos tomaron a los dos, junto con otro de los muchachos que conocíamos de los picados en las canchitas de atrás del natatorio. 

Entre los tres nos hicimos más unidos todavía porque coincidimos en un sector de la entidad que se encontraba en formación, el de la intermediación financiera y a ese proyecto nos incorporaron a Pistola, a Riqui y a mí.

Letras de cambio, certificados de participación y custodia, plazos fijos.

La mesa de dinero y nosotros los pinches satelitales del fenómeno del momento.

Circulares del banco central y más circulares que teníamos que conocer y aplicar.

Normas, procedimientos, balanceos, controles y cadeteos . . .

No duramos demasiado como bancarios, después de charlarlo durante horas y horas en la cocinita de la oficina, de a uno y esta vez en distintas firmas, fuimos tomando a la representación comercial como profesión. 

Pistola, pionero como siempre, el más veloz del trío, nos indicó el camino a Ricardo y a mí.

Graciela, su novia ( una de las más simpáticas y bonitas participantes que tuvieron los concursos de belleza del club ) y Pistola me convencieron de que fuera testigo de su matrimonio.

Una tarde junto con Riqui y nuestras simpatías de aquellos años, nos encontramos trajeados y emocionados viendo en un registro civil de Capital casarse a nuestro amigo, recién recibido de profesional, ya que también se hacía tiempo para estudiar.

Después, a la noche, la iglesia, la fiesta y lo demás.

Luego, rápidamente y en seguidilla llegaron los hijos de nuestros amigos, tres, con diferencia de un año entre sí.

Crecimos todos y . . . una sóla vez, cuando llegamos a los cuarenta y cinco hablé con Pistola a fondo de nuestra profesión.

Muchas veces le pedí consejos, los escuché y los seguí, por el respeto que el supo ganarse de mí y de todos a quienes iba conociendo.

Me pregunto si eso no marcó una diferencia de roles en nuestra amistad, ya que aquella vez que tocamos a fondo el sentido de mi actividad y el que sería definitivamente mi norte profesional Pistola me respondió, un poquito sorprendido de mi osadía, desde cierta distancia y condescendencia, aunque conservando el afecto fraternal.

- Mirá, Flaco, ya me ocupé de estas cosas, ya lo pensé, tengo todo ordenado, nadie mejor que vos sabe que tengo propiedades, también el estudio, además, entre nosotros, tengo inversiones y un " canutito " interesante en la caja de seguridad . . . - me explicó, dejando el pocillo en el platito.

Le sonreí.

- No tengo pensado entregar el envase. - continuó respondiendo a mi sonrisa - Pero si eso me pasara, Graciela y los chicos no tienen de que preocuparse, tendrán todo resuelto. Quedate tranquilo. - concluyó.

Soy argentino, soy porteño, cada vez que alguien me dice : " - Quedate tranquilo.- " Me preocupo.

Una alarma silenciosa se activa en mi cerebro.

Por no discutir con mi amigo, confiando como de costumbre en sus palabras, no insistí.

Tampoco me lo hubiera permitido, su tono tajante resultó inconfundible.

Tema cerrado.

Hoy estoy consternado.

Acabo de cortar con Ricardo.

Graciela lo citó para lo mismo que a mí, para preguntarle si sabe algo, si la puede orientar ahora.

Por no preocuparla, Pistola, en su papel de proveedor de la familia a la vieja usanza, la de la vieja escuela, le contaba la mitad de los asuntos laborales y ninguno de los aspectos financieros de su actualidad.

Como en una búsqueda del tesoro pudieron ubicar una de sus cajas de seguridad, con una mediana suma de efectivo .

Sin ninguna de las escrituras y ninguna constancia o estado de cuenta o resumen que certifique inversiones que Graciela calcula, con bases razonables, que deben existir.


De las cuentas corrientes y cajas de ahorros a nombre de Pistola, solamente en dos está registrada también su esposa.

A veces, cuanto más vivo para los negocios es un hombre, más deja afuera de ellos a su familia.


Comparte con ellos los resultados, los deja afuera de los procesos y de la tensión que los mismos generan.
Ni Ricardo, ni yo, sus amigos de más confianza, los más cercanos, sabemos que decirle a nuestros entrañables amigos : Graciela y los pibes de Pistola, ya casi hombres.

Él ya no está físicamente con nosotros.

Siento que todavía somos amigos y que jamás me voy a disculpar el no haber hasta peleado con él, si hubiese sido el caso, hace más de diez años atrás la única vez que hablamos de una póliza, para que suscribiera un seguro de vida.

Gracias Alejandro Lacquaniti por compartir tu historia con nosotros.

18 de mayo de 2014

Observarlos me asombró …



La otra tarde observé con asombro la ardua tarea de una pareja de pájaros horneros, dedicados a la construcción de lo que sería el nido donde albergarían a sus pichones.  
Al cabo de 1 mes su casita quedó terminada, trabajaron ambos , macho y hembra avanzaron en su cometido, a pesar de  las lluvias  y tormentas que no pudieron destruir esta verdadera obra de ingeniería.

Un tiempo después escuché a sus crías y observé como se turnaban, uno los cuidaba mientras el otro salía a  buscar alimento.

El día que uno de ellos no regresó, el desamparo llegó a los pichones porque el único integrante que podía protegerlos se vió en la necesidad de salir a buscar comida.

Si lo llevamos a la vida humana, la misma historia podría tener un final muy distinto, ya que como seres racionales podemos planificar.
Tratándose del futuro de los hijos: 

Ningún padre planea fracasar, pero muchos fracasan por no planificar.


Hoy cuando muchos de ustedes se encuentran construyendo el nido para albergar a sus futuros pichones, es el mejor momento para analizar como protegerlos ante la prematura desaparición o incapacidad de alguno de sus padres.
Sumamos a esta planificación, planes en los cuales el costo de esa protección regresa a nuestro bolsillo como un ahorro que permite incrementar los recursos para el futuro.
Hace 30 años que estamos dedicados a resolver estas preocupaciones, no dude en comunicarse o llamarnos, consultas sin cargo.


30 de abril de 2014

Se rió de Marcelo


“Cuando el gerente del banco se rió de Marcelo…”


 Marcelo de 30 años, fué a la gerencia del banco de su barrio e hizo la siguiente propuesta:

Sr. Gerente‚ existe un terreno ocioso en esta zona que estoy interesado en comprar. 
Se adapta bien a mis planes‚ la ciudad se está desarrollando en esa dirección‚ y estoy casi seguro de que su valor aumentará.
He pensado en el asunto cuidadosamente desde todos los ángulos y he llegado a la conclusión de que esa tierra sería una muy buena compra.

 
Como no deseo arriesgarme a perder dinero en este negocio‚ me gustaría hacer un acuerdo con usted y su banco que me proteja financieramente y así ganar en seguridad y tranquilidad mental.
 
El precio de compra del terreno es de $ 36.000 dólares, pero lo puedo pagar a $ 300 dólares por mes. Si compro en ese valor‚ quiero tener una garantía escrita de su banco para proteger mi inversión en varios puntos.

En concreto: Yo quiero su garantía de que la propiedad tendrá un valor mínimo de $ 100.000 dólares al cabo de 35 años (momento en el que voy a tener la edad de 65 años) y que el banco me garantice que me comprará el terreno en ese momento y a ese precio.
 

También estoy dispuesto a perder una parte razonable del valor del terreno si me decido a vender el mismo en los próximos años en forma prematura‚ o sea antes de cumplir los 65 años.
 
Sin embargo‚ deseo contar con una cláusula que me garantice que si deseo salir de mi compra en cualquier momento antes de los 35 años‚ el Banco me comprará el terreno a un valor razonablemente proporcional al valor final de $100.000 dólares.
 
En el caso de que yo muera‚ si esto ocurre (en tres días‚ tres meses‚ o tres años)‚ quiero su garantía de que el banco pagará a mis herederos los 100.000 dólares‚ equivalentes el valor de la tierra en 35 años sin más trámites.

Quiero que su banco (en el caso de mi muerte) absorba todo el impuesto sobre las ganancias exigible‚ por lo que mis herederos recibirán los 100.000 dólares sin pagar ningún impuesto sobre la renta.
 
Quiero que el banco dé su consentimiento y sea  administrador  del producto de la venta de esta tierra‚ ya sea para mis herederos en el caso de mi muerte o para mi mismo si así lo deseo‚ y que en ese caso el banco garantice el capital principal y lo intereses.
 

Quiero que el banco absorba los costos de mantenimiento y los impuestos que deba pagar esa tierra durante los años donde yo sea el propietario.
 

Quiero que el banco me ofrezca la alternativa de comprar este lote en cuotas y durante un período de 10 años‚ si yo decidiera hacerlo‚ en lugar de pagar los $ 36.000 en efectivo. De esta manera‚ quiero hacer 10 pagos anuales nivelados en torno al 4 por ciento de interés‚ de manera que cada pago anual sería de unos 3.600 dólares. "
 

Por último‚ si muero o quedo incapacitado totalmente antes de haber completado los 10 años pagando‚ quiero que el Banco cancele las deudas pendientes y entregue a mi los $100.000 dólares o a mis herederos.
 

Sr. Gerente‚ si el banco acepta estas condiciones‚ voy a comprar el terreno. ¿Qué piensa usted? "
 

El banquero se rió. Entonces él me dijo que pensaba que una institución financiera no podría cumplir con mis deseos en esas condiciones.
 

Sin embargo‚ como usted probablemente ya ha adivinado‚ todo lo que hice fue describir una póliza de vida con ahorro y de $ 100.000 dólares de cobertura.
Las compañías que representamos avalan y garantizan este tipo de contrato de seguros, hace 30 años que compartimos nuestro asesoramiento con los clientes para su protección y de su familia.
Aguardamos su consulta.


 

8 de abril de 2014

La Historia Real de Nicolas Virgen

La Historia Real de Nicolas Virgen



Sí esta historia te ha movilizado y te interesa conocer más de como podemos proteger a tu familia, cuenta con nuestro asesoramiento sin cargo.


Cordialmente
Norberto Plachta  | Presidente | Masterforum  International Group SA   www.masterforum.com.arTE 011 4816 0555 masterforuminternational@gmail.com