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31 de mayo de 2016

¿Tenemos control de nuestras propias decisiones?

El economista de la conducta Dan Ariely  autor de Las Trampas del Deseo, utiliza ilusiones visuales clásicas y sus propios contraintuitivos y a menudo impactantes hallazgos en investigación para mostrarnos cómo no somos tan racionales como creemos al tomar decisiones.

Luego de ver la charla en TED podremos determinar cuánto  controlamos nuestras propias decisiones y como aplicarlo cuando asesoramos y recomendamos los pasos a seguir en nuestra profesión.

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Ariely era profesor de física y matemáticas en la Universidad de Tel Aviv, pero fue trasladado a filosofía y psicología cuando comenzó a tener problemas para escribir, debido a que era un esfuerzo físico demasiado elevado. Sin embargo, en su último año, se dedicó exclusivamente a la psicología y recibió el doctorado. También posee un doctorado y un master en psicología cognitiva de la Universidad de Carolina del Norte y un doctorado en Negocios en la Universidad de Duke

Tras obtener sus doctorados trabajó en el Instituto Tecnológico de Massachusetts de 1998 a 2008. Posteriormente, volvió a Duke como profesor de psicología del comportamiento económico. Además de sus escritos académicos ha publicado dos famosos libros «Las trampas del deseo» y «Las ventajas del deseo».

27 de mayo de 2016

26 de mayo de 2016

El peligro de procrastinar antes de las llamadas telefónicas

El 50% de los Asesores y Agentes  posponen las llamadas telefónicas a prospectos o referidos  por miedo a fracasar. 

"La llamada procrastinación se puede combatir"

En la etapa de búsqueda de candidatos , cualquier excusa es buena para posponer el momento de comenzar la tarea. Pensamientos como “si duermo la siesta, me sentiré con más ánimo para llamar” o “lo haré más tarde” pueden paracer inofensivos pero no lo son. 

Los expertos alertan del peligro de convertirse en un procrastinador, un especialista en retrasar de forma recurrente el inicio de una actividad por miedo a fracasar. 

Esa falta de acción deriva en sentimientos de culpa y puede generar ansiedad en el Asesor o Agente. 

“Es una conducta frecuente que afecta a más del 50% de los profesionales”, asegura Marcela Paz González, profesora de la Facultad de Sicología de la UNED y autora del estudio ¿Puede amortiguar el Engagement los efectos nocivos de la procrastinación académica?, publicado en 2013. Los llamados postergadores son, en muchas ocasiones, perfeccionistas con aspiraciones demasiado ambiciosas. Esas expectativas hacen que comenzar una tarea les suponga un esfuerzo titánico. “Por miedo a fracasar evitan realizar trabajos en los que no hay garantía de éxito”, apunta González. Al no poder alcanzar las metas poco realistas que se imponen, sienten que no están a la altura y ven el mundo demasiado difícil y exigente.

“Para evitar esos sentimientos, retrasan el momento de comenzar a llamar. La agenda se les acumula entonces y se empiezan a sentir saturados y ansiosos”, detalla la experta. 

Los procastinadores piensan: “yo tendría que ser capaz de realizar toda esa tarea”. Y eso les genera pensamientos negativos sobre uno mismo del tipo “qué estúpido soy”. 

Se sienten incapaces de establecer prioridades. En lugar de buscar soluciones, suelen pasar su tiempo lamentándose. “La actitud de dejarlo todo para mañana acaba siendo un freno definitivo”, añade la psicóloga. Se trata de “trucos” inconscientes como salir a comprar algún producto de “extrema necesidad” o visitar a un familiar al que hace tiempo que no se ve.

"No es un fenómeno actual, tenemos constancia de que se da desde la Revolución Industrial, pero ahora va en aumento. Los jóvenes de hoy son de satisfacción inmediata porque no han aprendido a frustrarse, en parte porque los padres se lo han dado todo", explica González.

El bloguero estadounidense Tim Urban explica de manera cómica en una charla TED los mecanismos que se accionan en el cerebro de un procrastinador. Es la parte más animal la que busca la satisfacción inmediata y el entretenimiento constante y la que bloquea a nuestro yo responsable.


Para hacer frente a esta conducta y empezar a realizar las llamadas con el suficiente tiempo de antelación, un grupo de expertos propone seis técnicas:

1- Empieza ahora. Esperar a que llegue la inspiración es un error. “La inspiración inicial no siempre llega y si lo hace no se mantiene durante mucho tiempo. Resolver un problema requiere mantener el esfuerzo”, señala William J. Knaus en su libro End Precrastination Now! (en español, termina con la procrastinación ya). Según este autor, con más de 20 publicaciones sobre este tema, es mejor empezar la tarea sin estar inspirado, pues es más probable que llegue mientras se está trabajando que sin hacerlo. “Si no llega, el trabajo ya estará hecho y una cosa menos de la que preocuparse”.



2- Divide la tarea en trozos. “El objetivo es dividir el listado de llamadas en pequeños bloques y efectuarlos en espacios de 15 o 20 minutos para obtener la sensación de logro”, explica Marcela Paz González. El agente debe hacer un descanso de cinco minutos entre cada bloque. "Es imprescindible eliminar cualquier fuente de distracción (móvil, tele,...). Eso quiere decir no tenerlos al alcance. Distraen, desconcentran y son perfectos para procrastinar", señala Nuria Codina, profesora de Psicología Social de la Universidad de Barcelona.


3- Trabaja con las hojas del Programa 7 semanas de Masterforum. Aplicaciones como Google Calendar, Sunrise Calendar, Awesome Calendar, o The Homework App son útiles para organizarse. En este punto, Anna Iñesta, directora del Centro de Innovación Educativa de ESADE, recomienda analizar todas las tareas pendientes y colocarlas en una barra temporal a modo de timeline. “Tener una visión panorámica de los diferentes categoría de llamadas o de los proyectos y las fechas de entrevista ayuda a ver qué tareas hay que priorizar”. Según un estudio elaborado por José V. Pastana, profesor de Psicología Social de la Universidad de Barcelona, se ha demostrado que los agentes que no  planifican bien obtienen malos resultados. “El agente que trabaja, procrastina menos. La responsabilidad hace que la persona presente un mayor rendimiento”, asegura.


 4- Identifica tu biorritmo. “Hay personas a las que les cuesta mucho arrancar por la mañana y tienen más energía por la tarde”, señala Iñesta. El biorritmo se puede modificar con la rutina, cambiando el horario. “Si madrugas más y en esas primeras horas realizas tareas más complejas, tu cuerpo responderá”. La profesora de la Universidad de Oakland Barbara Oakley, recomienda no recurrir a la presión de dejarlo todo para última hora de la tarde o noche para ser más productivo. “Cuando duermes, crecen nuevas conexiones entre las neuronas, pero solo un grupo reducido. Por eso es importante asimilar nuevos conceptos poco a poco cada día”. Las estructuras neuronales, sostiene, son similares a las musculares. “ ¿Quién podría pensar que los levantadores de pesas preparan sus músculos para una competición en una sola noche? Saturarse la noche antes de las llamadas significa que se va a construir una estructura neuronal muy débil”.


5- Intenta engancharte a la tarea. “Se trata de conversar con el texto, hacerle preguntas y desechar los párrafos tontos, detectar el relleno”, señala González. “Muchos agentes creen que todo es igualmente importante y tienen que aprender a detectar dónde está la información relevante”, añade. Para ello recomienda crear mapas conceptuales con herramientas como Cmap Tools. “Al elaborar estos esquemas, el agente realiza un esfuerzo importante para distinguir lo esencial de lo superfluo y procesa mejor la información. Estos mapas son como un árbol que entrelaza conceptos clave sobre una temática; aportan una visión global”, indica Anna Iñesta, de ESADE.


6- Habla con tu mejor parte. Normalmente la frustración es la que ocupa gran parte del diálogo interior. “La primera gran frustración marca una herida y abre un pozo de oscuridad al que van cayendo todas las experiencias negativas. Eso provoca que aparezca el miedo a un futuro fracaso”, señala González. El agente debe cambiar el discurso que tiene de sí mismo para ganar confianza. “Se dice que no es capaz y tiene que sustituir ese discurso por el de momentos de éxito en los que sí logró un buen resultado”. Tiene que ver, sostiene González, con experiencias reales del agente que debe recordar.



Agradecemos el aporte de Luis Pacheco
Fuente: El país, Madrid



10 de abril de 2015

¿Existe un método para ser un exitoso asesor en 20 horas ?

Solo se necesitan 20 horas o el equivalente de 45 minutos por dia por un mes para ser bastante bueno en vender algunos de nuestros planes o asistencias.  
 



Haz click en el boton CC del reproductor para activar los subtítulos en español. 

El psicólogo K. Anders Ericsson, es el inventor de la teoría de las 10.000 horas, la cual establece que si quieres ser un experto en cualquier materia, entonces necesitarás practicar durante esa enorme cantidad de tiempo.

Ericsson se basó en una investigación que estudió los hábitos de práctica de un grupo de estudiantes de violín que había comenzado a tocar desde los 5 años de edad que dedicaban tiempos de práctica similares. 

Pero sus hábitos de estudio cambiaron drásticamente cuando cumplieron los 8 años y los que llegaron a ser considerados músicos de elite a los 20 años, había dedicado más de 10.000 horas de práctica, en cambio los músicos menos hábiles sólo habían practicado cerca de 4.000 horas.

Estos resultados deslumbraron a la comunidad académica, principalmente porque no había datos que indicaran que había un ¨talento natural¨que afectara su nivel de maestría con el instrumento musical. 

Esto hizo concluir a Ericsson que: ¨Muchas de las características que reflejan el talento innato son en realidad el resultado de la práctica intensa.¨

Pero esta teoría también ha levantado muchas críticas, Uno de sus principales oponentes es el investigador y escritor del bestseller The Personal  MBA, Josh Kaufman. 

Él afirma que sus investigaciones apoyan la idea de que solo se necesitan 20 horas o el equivalente de 45 minutos por dia por un mes para ser bastante bueno en un tema y que las 10.000 horas solo se necesitan cuando quieres ser experto en una materia altamente competitiva.  

En el video de más arriba, Kaufman explica con más detalle el modelo de 4 pasos para aprender cualquier nuevo tema:

  1. Deconstruye la habilidad: Rompe en piezas más pequeñas y encuentra las cosas más importantes para practicar primero. Por ejemplo, si quieres aprender un nuevo idioma, aprender las 2000 palabras más usadas.
  2.  Auto corrección: Utiliza materiales de referencia para aprender lo suficiente para que sepas cuando cometes un error y puedas corregirte.
  3. Remueve las barreras de aprendizaje: Identifica y elimina cualquier cosa que te distraiga de aprender la habilidad que deseas (Facebook, Internet, etc.).
  4. Práctica por al menos 20 horas.
El vídeo es muy interesante y quizas te sirva para entender la importancia de la práctica para aprender a programar, una habilidad muy buscada hoy en día. Solo son 20 minutos, nada tienes que perder.

Quienes han participado en nuestros Talleres de Capacitación y posteriormente han practicado la venta durante 20 horas, demuestran que es la base del éxito !!!