Viaje al centro de la vida eterna
Operación eternidad.
Visitamos un laboratorio de criopreservación de cuerpos de Scottsdale,
Arizona.
Allí prometen revivir a "sus pacientes" cuando haya una cura
para los males que los llevaron a la muerte.
En Scottsdale, una pequeña localidad de Phoenix, Arizona, Estados
Unidos, existe un laboratorio desde el que se trabaja por la
inmortalidad.
Se presenta como una
fundación sin fines de lucro que promete intentar extender la vida de
sus miembros.
Pretensión tan inmensa que deja fuera de proporción
cualquier sede física en la que se desee insertarla.
¿Cómo debería verse
el lugar en el que se guardan personas congeladas?
Alcor no ha
pretendido competir con la imponencia de los cementerios.
Y tal vez en
este detalle esté la filosofía propia de los militantes de la
criopreservación: la apuesta es por la vida.
El lugar se asemeja más a
una clínica suburbana que a un cementerio.
Aunque allí, dentro del
edificio cuadrado, mediano, anodino, similar a los otros de la cuadra,
hay guardadas en tanques de metal 141 personas crionizadas.
Sin
embargo, ningún gesto arquitectónico de grandilocuencia acompaña la
irreverente propuesta.
Te ofrecen diversas formas de pago.
La más cómoda es la de endosar el Seguro de Vida a nombre de la fundación.
Una solución casi sin costo
para los miembros locales, ciudadanos de un país en el que el seguro de
vida es de uso bastante generalizado.
Conocemos a través de los años variedad de usos del Seguro de Vida, algunos motivados por Amor o Temor otros por Deudas, Continuidad de consumos o Blindaje Financiero, pero el cubrir los costos y gastos para lograr la eternidad nos resulta novedoso.