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6 de noviembre de 2015

¿Planear es aburrido y pérdida de tiempo?



 En su libro "What They Don't Teach You at Harvard Business School," Mark McCormak, hizo un descubrimiento muy interesante acerca de la generación de graduados de 1979 de un MBA.

Dentro del grupo, un 3% tenían sus metas escritas, 13% había pensado sobre algunas de sus metas y el resto estaban simplemente encantados de haber acabado la escuela (estoy seguro que recuerdas ese sentimiento)

Lo interesante fue lo que ocurrió diez años después.

Estos son los resultados de su éxito después de una década:

El grupo que tenía metas no escritas, generaban dos veces más, en comparación con el 84% de los que no tenían metas al salir de Harvard.

El grupo con metas escritas generaba diez veces más que lo que generaba el otro 97% en promedio.

Creo que estrás de acuerdo conmigo en que la gente de Harvard tienen una historia de que saben lo que están haciendo. Así que si el 3% fueron capaces de generar diez veces más dinero que los demás simplemente escribiendo sus metas, ¿por qué no lo haces?

Además, ¿quién dice que hacer y mantener propósitos es sólo para el inicio de año.? ¿Por qué esperar?

Asegúrate de que uno de los propósitos que has establecido y mantienes en estos momentos es hacer un plan fuerte para ti y tu negocio, Propósitos con suficientes detalles para poder medir tu progreso.

Anota todas tus metas que tienes para el próximo año. Entonces, encuentra a alguien con quien compartirlas y que puedan vigilarte mensualmente (trimestralmente como mínimo) para ver si estás teniendo progresos; preséntales ganancias y pérdidas para completar el reporte.

ActionTIP: separa tus metas en acciones y haz un poco todos los días para que la imagen general no parezca tan abrumadora.

Si lo haces, no pasará mucho tiempo antes de que estés generando diez veces más que tu competencia.


Fuente: Esteban de Gyvés | México

23 de octubre de 2015

14 cosas que hace la gente productiva durante los 15 primeros minutos de su jornada laboral


La gente productiva sabe aprovechar el tiempo desde que se levanta.

Los 15 primeros minutos son muy importantes puesto que definen cómo va a desarrollarse el resto de la jornada.

Le presentamos 14 acciones que llevan a cabo estas personas para ser productivos y vivir sin estrés.


1. Comienzan 15 minutos antes el trabajo para empezar la jornada con calma y de manera relajada. Cero estrés.


2. Establecen un correcto espacio de trabajo, limpio y ordenado, y con todo el material que se necesite a mano. Todo lo que sobre se tira, se recicla o se guarda.

3. Revisan lo que ya se ha hecho previamente, sobre todo si acaban de volver de vacaciones o del fin de semana.


4. Revisan las listas con tareas pendientes (to-do list), fechas límite (deadlines) de llamados a prospectos, entrevistas pendientes, servicio al cliente, entrega de informes, documentos, proyectos etc. y reuniones para establecer un planning y tener clara la agenda de la semana. Recomendamos utilizar el programa de las 7 semanas de Masterforum.

5. Identifican entre una y tres tareas importantes para hacer en el día. Se centran en lo importante para hacerlo bien porque ya se sabe que “el que mucho abarca…”.

6. Se hacen preguntas a sí mismos  para identificar problemas y encontrar soluciones. Un par de ejemplos: ¿Qué he conseguido hoy? ¿Vuelvo a casa con la sensación de haber aprovechado el día?        ¿ Regreso a casa con 1 entrevista realizada como mínimo?

7. Revisan los correos a primera hora y no vuelven a hacerlo a no ser de que sea totalmente necesario (nada de estar mirándolo cada segundo a través de todos los dispositivos a su alcance).

8. Silencian el teléfono móvil mientras planean su jornada laboral para que no les distraiga. Jamás atienden el celular cuando están conversando con un prospecto.

9. Cierran los ojos para visualizar cómo va a ser el día (técnica de concentración y relajación que emplean algunos deportistas, como los atletas).

10. Respiran y son conscientes del “aquí y ahora”.

11. Hacen ejercicios de estiramiento dado que en la mayoría de los trabajos las personas pasan muchas horas sentadas y frente a la computadora o el teléfono y los músculos se acaban resintiendo. Siempre hablan por teléfono de pié y sonriendo.

12. Respetan los primeros minutos de los compañeros de trabajo o de cursos y no les atosigan con preguntas personales, banales o molestas. Las personas necesitan un tiempo de adaptación, sobre todo a primera hora de la mañana.

13. Cubren sus propias necesidades antes de atender las de los demás. Priorizar es la clave de un rendimiento bueno.
14. Están contentos y agradecidos por tener un trabajo independiente, por ser útiles y valorados por los demás y por conseguir logros y metas. Cuando uno se siente realizado consigo mismo y con lo que hace contagia una actitud positiva que repercute en los demás.
Fuente: md

1. Llegan 15 minutos antes al trabajo para empezar la jornada con calma y de manera relajada. Cero estrés.
2. Establecen un correcto espacio de trabajo, limpio y ordenado, y con todo el material que se necesite a mano. Todo lo que sobre se tira, se recicla o se guarda.
3. Revisan lo que ya se ha hecho previamente, sobre todo si acaban de volver de vacaciones o del fin de semana.
4. Revisan las listas con tareas pendientes (to-do list), fechas límite (deadlines) de entrega de informes, documentos, proyectos etc. y reuniones para establecer un planning y tener clara la agenda de la semana.
5. Identifican entre una y tres tareas importantes para hacer en el día. Se centran en lo importante para hacerlo bien porque ya se sabe que “el que mucho abarca…”.
6. Se hacen preguntas a sí mismos  para identificar problemas y encontrar soluciones. Un par de ejemplos: ¿Qué he conseguido hoy? ¿Vuelvo a casa con la sensación de haber aprovechado el día?
7. Revisan los correos a primera hora y no vuelven a hacerlo a no ser de que sea totalmente necesario (nada de estar mirándolo cada segundo a través de todos los dispositivos a su alcance).
8. Silencian el teléfono móvil mientras planean su jornada laboral para que no les distraiga.
9. Cierran los ojos para visualizar cómo va a ser el día (técnica de concentración y relajación que emplean algunos deportistas, como los atletas).
10. Respiran y son conscientes del “aquí y ahora”.
11. Hacen ejercicios de estiramiento dado que en la mayoría de los trabajos las personas pasan muchas horas sentadas y frente al ordenador y los músculos se acaban resintiendo.
12. Respetan los primeros minutos de los compañeros de trabajo y no les atosigan con preguntas personales, banales o molestas. Las personas necesitan un tiempo de adaptación, sobre todo a primera hora de la mañana.
13. Cubren sus propias necesidades antes de atender las de los demás. Priorizar es la clave de un rendimiento bueno.
14. Están contentos y agradecidos por tener un trabajo, por ser útiles y valorados por los demás y por conseguir logros y metas. Cuando uno se siente realizado consigo mismo y con lo que hace contagia una actitud positiva que repercute en los demás.
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3 de septiembre de 2015

¿Cuál es el secreto de la gente feliz y altamente productiva?

feliz

El acelerado y caótico mundo en que vivimos tiende, sin duda, a consumirnos dentro de la paranoia. Muchas de las irrelevancias cotidianas o las incomprensibles tragedias que degradan el tejido social son un motivo suficiente para que la felicidad se aleje de sus vidas y sumergirse en la depresión.

Sin embargo, hay gente que en vez de sentirse afectados por el estrés y el caos, disfrutan su día a día con alegría, salud y energía suficiente para ser altamente productivos en sus trabajos.

¿El secreto de la gente feliz?

Simplemente tener un compromiso permanente con el bienestar en todos los niveles posibles: mental, físico, espiritual, sexual, social, familiar y sin olvidar los relacionados al ámbito laboral. ¿Qué podemos hacer para alcanzar ser feliz como ellos? ¿Qué hacen que nosotros no practicamos?

1. Practicar la gratitud

gratitud

Con el hábito de practicar la gratitud, es decir, el hábito de reconocer y de sentirnos agradecidos por todo lo que tenemos, es aprender a dar las gracias, tanto por lo que se tiene como por lo que nos ofrecen. Todo ello permite que se aborde el cambio y la mejora desde la consciencia y la serenidad, dejando de lado las urgencias.

De tal modo que estudios médicos han demostrado que las personas que practican la gratitud cada semana, se sienten espléndidamente bien de salud, están muy optimistas, no tienen problemas de salud y carecen de problemas en el sueño.

2. Enfocarse en el objetivo en lugar del procedimiento

objetivos

Cuando se piensa en todo lo que se tiene que hacer para lograr algo, a veces se siente estrés y confusión, incluso frustración. ¿Por qué sucede esto?

Si en lugar de pensar en todo lo que hay que hacer, se piensa en qué es lo que se desea lograr y cómo uno se sentirá cuando se alcance tal objetivo, entonces se hará todo lo necesario rápidamente y sin darnos cuenta uno estará disfrutando de tal logro.

3. Tomarse pequeños descansos frecuentemente

descanso

Si se piensa que se tiene menos tiempo para descansar, entonces ese es el momento que más se necesita descansar. Se ha comprobado que la productividad se eleva significativamente si se toma descansos de entre 15 y 20 minutos cada 2 horas de trabajo.

Si se hace esto la mente se despejará, libre de estrés y permitiendo que se logre un mejor enfoque en la oficna y, por ende, ser más productivo.

4. Hacer el 20% de actividades que dará el 80% de resultados


Muchas veces se hacen muchas actividades que ni siquiera nos acercan significativamente al objetivo trazado. Entonces, si se desea ser más productivos, hay que preguntarse, ¿qué es lo que se puede hacer ahora que logré acercarme a mi resultado esperado? Siempre existe una o dos actividades que se puede hacer para dar un gran paso hacia nuestro objetivo.

5. Disfrutar de la primera hora del día

despertar

Los grandes líderes y emprendedores de éxito siempre se toman la primera hora del día para enfocarse en sí mismos. Por ello debemos dedicarnos a la primera hora de tu día para el cuerpo, la mente y el alma.

Lo peor que se puede hacer al despertar es revisar el correo electrónico o avanzar con alguna tarea pendiente del día anterior. Así que cuando uno despierte, hay que respirar profundamente, sonreir y agradece por un día más de vida.

6. Enviar emails con objetivos específicos

emails

Muchas veces tenemos correos electrónicos repetitivos por lo que es mejor coger el teléfono y llegar a un acuerdo en una conversación telefónica de dos minutos. 

Así que la próxima vez que se envíe un e mail, se debe recordar que debe ser específico y no dejar abierta la conversación para que se siga respondiendo el correo.

7. Designar tiempos específicos durante el día para las tareas repetitivas

tiempo

Si se realiza tareas repetitivas es mejor designar tiempos específicos durante el día para que no distraigan a la labor que se hace en la oficina. Por ejemplo, se puede designar horas específicas en las cuales se revisará el correo electrónico, el celular o la red social de la preferencia.

Fuente Pymex: Merca2.0

10 de julio de 2015

Cómo ser productivo y divertirse aún los fines de semana

En el mundo competitivo en el que se vive hoy es ya una obligación ser productivo, es decir, hacer todo lo posible para conseguir más cosas en cada vez menos tiempo. 

Ya sea en un negocio, en el trabajo o en la vida misma, el requisito clave para salir adelante y alcanzar el éxito es que uno sea más productivo.

Entonces, para trabajar de manera inteligente e incrementar nuestra productividad, hay ciertas pautas y consejos que seguir para lograrlo serlo y aún disfrutar del fin de semana :

Tener prioridades

 

 Para ser productivo es necesario que se gestione el tiempo de ocio de la misma manera que se hace a lo largo de la semana en la oficina. 

 

Lo ideal es que uno haga una lista de las prioridades de la semana con varios días de antelación. 

 

¿Dónde se quiere invertir el tiempo?

 

Si no se ha visitado a los amigos desde hace tiempo, tal vez uno debería usar esas horas libres del fin de semana para invitarlos para una comida al aire libre por la tarde o ir a correr. 

Y si uno desea salir con la pareja se debe hacer reservas para una romántica cena para una inolvidable salida nocturna. 

Si se hace esto, el día lunes uno se sentirá complacido de haber hecho algo destacado en su vida personal.

Aprovechar todo el momento

 

Si por las mañanas uno se siente lleno de energía y despejado mentalmente, en vez de desperdiciarlo leyendo e mails o viendo las noticias, uno debe aprovechar el momento avanzando con los trabajos que reporten un mayor esfuerzo, y dejar los correos electrónicos  y las noticias para más tarde. 

Si durante el fin de semana, uno se encuentra en un parque y en vez de hacer lo que hacen todos que es echarse a descansar, uno podría hacer algo productivo como leer un libro.

Ir por la “victoria de cuatro vías”

En su nuevo libro “Leading the Life You Want”, el profesor de Wharton School, Stew Friedman, identifica cuatro esferas clave de la vida: la familia, el trabajo, la comunidad y la salud (mental y espiritual). 

Allí aconseja a los profesionales buscar una “victoria de cuatro vías”, que es la búsqueda de actividades que ayuden a cumplir en múltiples niveles.

Claro; en un fin de semana no se puede hacer todo, pero si se combinan las actividades, uno puede llegar a acaparar más. 

Por ejemplo, si se desea de asistir a un evento social uno debe tratar de ir con amigos  por lo que puede maximizar el impacto y socializar con ellos también.

En fin; los profesionales exitosos no pueden darse el lujo de perder el tiempo, incluso durante el “tiempo libre” de los fines de semana. 

Si un es metódico en sus cosas, se sentirá genial cada domingo por la noche, mientras se prepara mentalmente para el inicio de la semana laboral.

Lee también:  Mentalízate para ser más productivo trabajando desde tu casa

Fuente: pymes - Julio 2015 




 

9 de enero de 2015

¿ Sí fracasas en planear, estás planeando fracasar ?

 


Ya iniciamos el año y con ello enfrentamos el desafío de cumplir los objetivos y las metas determinadas para este período. 


Para lograrlo, es seguro que hemos “planificado” un muy buen plan. E incluso, es posible que lo hayamos hecho en el mes de Octubre o Noviembre pasado y ahora en este primer mes del año, estamos preparados (según nosotros) para enfrentar este nuevo desafío.

 
Pero la historia y más exactamente las investigaciones, nos señalan que un gran número de agentes dentro del primer trimestre, abandonarán esos planes tan bien elaborados y comenzarán a actuar en base a la improvisación. 

¿Qué les sucedió? 

Algo que es de común ocurrencia: "los imprevistos".


Varios de ustedes posiblemente estén pensando que justamente una buena planificación elimina los imprevistos. Sí, es cierto, pero no del todo, pues un buen proceso de análisis previo a la planificación hace disminuir (pero no los elimina) los riesgos de tener un imprevisto.


Y ¿qué es un imprevisto? Es un hecho que no ha podido conocerse de manera anticipada. Otra definición: algo que ocurre sin que lo tuviéramos en mente, cuando se presenta sin dar signos o señales anticipadas que puedan anunciarlo. 

Y los imprevistos abundan, más allá de lo que nos imaginamos. Una llamada de cancelación de entrevista , una situación de competencia, un problema de recursos, una reunión más extensa, una cita que no resultó cómo imaginamos, unos prospectos que no se obtuvieron, una actividad no efectuada, etc.


Todos ellos, pueden parecer “excusas”, pero las más de las veces son IMPREVISTOS VERDADEROS y si no somos capaces de tomar alguna acción reparadora, nuestro plan original se verá alterado y posiblemente dejado de lado!!


Los “imprevistos” ocurren a todo nivel, y en especial en el área comercial, donde la interacción con la competencia, con los clientes y la búsqueda de prospectos, entre otros, muchas veces atenta contra la planificación previa, en especial contra los parámetros de actividad en los que queremos que se desempeñen nuestros vendedores. Y ello las más de las veces es producto de lo mal que administramos nuestros tiempos, porque considerando que es casi habitual que se presenten imprevistos, lo lógico es que tengamos herramientas que nos ayuden a solucionarlos sin que afecten el desarrollo de lo ya planificado.


Ante la aparición de estos “imprevistos”, la mayoría de las personas reacciona en dos formas: una, atacando el “imprevisto” para darle solución lo más pronto posible, y dos, deteniendo todo accionar pues el “imprevisto” pone en jaque al plan el cual ya no podrá ejecutarse. 

Ambas formas de reacción (no son las únicas por cierto), tienen algo en común: el tiempo que llevará la atención y solución del “imprevisto” con consecuencias en los plazos y objetivos del plan original.


Dwight Eisenhower, ex Presidente de los Estados Unidos, y en su momento Comandante Supremo de las tropas de los Aliados en el Frente Occidental durante la Segunda Guerra Mundial, debía de tomara diario infinitas decisiones y coordinar enormes recursos para cumplir su objetivo bélico, donde el tiempo era un factor decisivo, y para ello utilizaba una herramienta, de su propia invención según cuentan, y que consistía en dibujar un cuadrante en el que la importancia de las cosas se representaba en el eje horizontal y la urgencia en el eje vertical, de manera que quedaba una matriz de cuatro celdas. 

Y Eisenhower manifestaba que cuando algo es importante pero no urgente, la decisión correcta es planificar su realización en el momento apropiado. Cuando es  importante y urgente, se debe hacer inmediatamente, y cuando es urgente pero no importante, se debe delegar su realización a alguien. 

Preguntado sobre la cuarta combinación, el ex presidente también afirmó que “si no es urgente ni importante, simplemente no lo hago”. 


Matriz.Eisehhower.01.15
 La teoría de esta matriz, se fundamenta en que una URGENCIA es determinada por las consecuencias de no tomar acción en forma inmediata, y de ahí que la pregunta clave para su resolución es ¿qué pasa si no lo hago? – esa simple pregunta nos puede ayudar básicamente a definir si realmente se trata de una urgencia o no (la mayoría de las interrupciones llegan disfrazadas de urgencia alta). 

Por lo tanto, lo siguiente es considerar la IMPORTANCIA, la que se fundamenta en función de su relación con las metas y objetivos de nuestro plan, y la pregunta clave debiera ser: ¿me hace avanzar o detener esta tarea imprevista hacia mis metas y objetivos?

Resumiendo, los consejos se encaminan a que si el imprevisto es:

1.- importante y urgente                          hazlo ya
2.- importante y no urgente                     planifícalo
3.- urgente y no importante                     delégalo* 
(Si no se puede delegar haz primero la tarea 1 y planifica la 2)
4.- no urgente ni importante                   no lo hagas


Esta matríz de análisis de imprevistos para tomar acción, ha sido popularizada por Stephen Covey cuando nos habla del hábito de “establecer primero lo primero” (en su libro los 7 hábitos de la gente altamente eficaz).  

Pero, sea Eisenhower o Covey su inventor, se trata de un herramienta simple y efectiva para tomar decisiones ante esos molestos “imprevistos”, los que, no dejemos de mencionar, que si se ha efectuado previamente un buen análisis y una mejor planificación, es posible que esos “imprevistos” sean menos de lo esperado.

Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos- Goethe
Fuente: Freddy Hayvard