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12 de noviembre de 2015

3 técnicas psicológicas para mejorar la calidad de tus conversaciones


No sin sentir cierto “celo terapéutico” tengo la tentativa de “domesticar” algunas técnicas que, fuera del contexto clínico y la relación terapeuta – paciente, resultan muy efectivas cuando buscas mejorar la calidad de tus conversaciones. 

"En esta oportunidad las enfocamos a la venta de seguros de vida"

Pero cuidado, no te apresures. 

Aunque estas técnicas han sido adaptadas para uso general, forman parte de un método mucho más complejo de análisis e intervención del discurso, que requiere del entrenamiento previo de ciertas habilidades y práctica clínica.

1. Técnica del subrayado

Consiste en repetir textualmente una palabra o frase de las objeciones de tu interlocutor que se presenta en forma no conclusiva, con la intención de que éste se detenga en ella y vuelva a verbalizarla con más claridad y precisión.

Utilidad: Esta técnica es ideal cuando quieres descifrar verbalizaciones “encriptadas”, o cuando quieres asegurarte de haber entendido una idea, sin predisponerte y prejuzgar, antes de intervenir y decir algo.

Aplicación:
Ejemplo 1: -Interlocutor: Yo pensé que no calificaba para contratar un seguro.
-Tú: -“calificaba”.
Ejemplo 2: -Interlocutor: Quizás no sea el mejor momento para conversar de esto;
-Tú: “el mejor momento”.

Recomendación: La mención de la palabra o frase debe hacerse en un tono sutil. También puedes hacerla en tono de pregunta. Te sorprenderá el efecto que el “subrayado” puede hacer para desencadenar el discurso de tu interlocutor.

2.Técnica del desentendido

Se trata de elegir voluntariamente “no saber”, hasta cierto punto, lo que nos dice nuestro interlocutor con el fin de introducirlo en el hecho de que él mismo, no se entiende.

Utilidad: Es una de las mejores técnicas para presentarle a tu interlocutor el halo de ambigüedad de su propio “decir” cuando éste parece estar traspapelado en la intención de decir algo.

Aplicación:
Ejemplo 1: -Interlocutor: No podemos seguir así. Creo que necesito tiempo y espacio.
-Tú: “No estoy segura de entenderte”.
Ejemplo 2: -Interlocutor: No sé por dónde empezar. Son tantas cosas. ¿Me entiendes?;
-Tú: No sé más de lo que ahora me puedas decir tú.

Recomendación: No te dejes llevar por tus emociones. Muestra serenidad. No pierdas los estribos por muy incómoda o comprometedora que sea la situación.

3. Técnica del manejo de los silencios

Consiste en introducir silencios durante la conversación que denoten explícitamente a tu interlocutor que podría detenerse a detallar a fondo lo que dice. El fin de introducir un silencio es mostrarle a tu interlocutor que deseas escucharlo sinceramente bajo la garantía de que no emitirás ningún juicio de valor contra él.

Utilidad: Esta técnica es muy útil cuando intuyes que existe contenido de fondo que a tu interlocutor le cuesta expresar por considerar íntimo, personalísimo o secreto.

Aplicación: Introduce un silencio cuando tu interlocutor tenga la expectativa de que tú digas algo para acompasar lo que él viene diciendo. Es decir, no digas nada, quédate callado. Aunque sea obvio lo que tú podrías decir en ese momento sólo dilo mentalmente para ti. Acompaña un silencio con lenguaje corporal o gestual. Un gesto facial en el cual la expresividad de tu rostro denote: “¿Y qué más?” es suficiente. Por ejemplo, levantar las cejas o asentir con la cabeza como señal de “Continúa…” resulta muy efectivo.

Recomendación: Una cosa es el manejo de los silencios y otra la “parapsicología telepática”, la cual no existe. Nadie puede leer el pensamiento de nadie como si fuese un texto pegado en la frente. No utilices esta técnica para validar una intuición o sospecha. Utilízala para escuchar sinceramente a tu interlocutor en su fondo.

Fuente: Psyciencia - Victor Saavedra 


6 de septiembre de 2015

4 reglas para ganar más dinero sin derrochar tiempo

Gran parte de los emprendedores no están ajenos a esa forma de pensar. ¿Qué es lo que sucede? Que aún prevalece la idea del “trabajo duro” en el ambiente laboral

Pero, lo que nadie se percata es que trabajar duro implica perder tiempo de calidad con su familia y amigos. 

Hace unos días, un taxista me dijo muy orgulloso que trabajaba 14 horas diarias y ganaba más que cualquier profesional. Si hubiera analizado cuántas cosas estaba perdiendo a cambio de ese dinero, seguramente no se pavonearía tanto de tal “hazaña”.

¿Quieres ganar más dinero trabajando menos tiempo? Éstas son las 4 reglas de oro para lograrlo:



  1. Actúa como si ganarás más
¿Quieres más dinero? Pues actúa como si lo tuvieras. 

El primer paso es determinar exactamente cuánto ganas cada mes. 

El segundo paso es determinar cuánto quieres ganar en el corto o mediano plazo. 

¿Cómo alcanzar tal cifra? 

Seguramente conoces gente que gana la cifra que tú aspiras ganar.  

Averigua qué es lo que hacen y cómo lo hacen.

Si eres un emprendedor, necesitarás tiempo para llegar a conocer a profundidad cómo hacen los exitosos de tu rubro para ganar más. 

¿Un asistente? Es una idea que debes evaluar. 

Considero que sería una buena opción, pues tu asistente puede dedicarse a las funciones "duras" del trabajo, mientras tú te enfocas al valor agregado de todo negocio: pensar y vender.
  1. Enfócate en lo que te genera dinero

Otra regla sencilla y muy útil. 

A lo largo del día realizas una serie de tareas que tú consideras como necesarias para tu negocio. 

¿Son realmente imprescindibles? 

¿Cuánto dinero te genera abrir cada hora tu correo electrónico? 

Enfócate exclusivamente a tareas que te generen dinero. 

Si eres un emprendedor, deja de perder el tiempo en reuniones inútiles que no te generan dinero, y sumérgete en las áreas que más facturación producen a favor de tu negocio.
  1. Rodéate de gente que gane más que tú

¿Cómo pretendes ganar más dinero si tu círculo más cercano gana menos dinero que tú? 
Sé la razón detrás de esa situación. 
Te sientes sumamente cómodo, casi como un rey, al estar rodeado de gente que está por debajo de tu nivel. 

Pero, eso no está bien. 

Comienza a aplicar la regla de 5. ¿En qué consiste? 

Que las 5 personas con que mantengas mayor contacto en tu vida sea gente que gane más dinero que tú. 

Eso te forzará a estar al nivel de ellos y forzará tu creatividad para generar nuevas formas para ganar más dinero sin malgastar tu tiempo.
  1. Crece cada día

Una hora diaria es todo lo que te pido. Si quieres ganar más sin perder tu preciado tiempo, debes invertir en ti

No es necesario que te apuntes a una universidad para hacerlo. 

Gracias a la tecnología y la libre información que disponemos hoy, puedes hacerlo desde tu casa. 

Media hora en la mañana para leer libros o información por Internet que te hagan crecer como profesional. Y media hora más en la noche para complementar el conocimiento adquirido en la mañana. 

Porque si sigues haciendo lo mismo cada año, seguirás ganando lo mismo o, quién sabe, hasta un poco menos. Si quieres más, tienes que hacer algo diferente.

Vía: entrepreneur.com