25 de junio de 2015

" Yo no puedo esperar "

Miércoles 24 de junio, me encuentro en la fila de una delegación de Anses esperando mi turno para recibir un número de atención que me permita realizar un tramite para mi madre. 

Delante de mí, una mujer elegante de aproximadamente 45 años, acompañada por un abogado, que por el trato dispensado parece ser su yerno.

Ella dice dos frases, se despierta mi curiosidad y no quiero perder detalle.

- "nadie me ayuda" 

- "yo no puedo esperar"

Nos entregan los números correspondientes para atención.

¿Casualidades de la vida? ...

Cuando nos llaman nos atienden en boxes de atención contiguos.

La empleada que me recibe está embarazada y me pide permiso para tomarse unos minutos para ir al baño.

Me distiendo y comienzo a escuchar la historia de mi vecina.

La mujer comienza compungida a relatar sus pesares a una empleada demasiado joven y novata en su puesto, incapaz de brindarle contencion alguna.

- Era diciembre, hacía mucho calor, le pedí a mi marido que fuera a buscar a la granja el lechón que había encargado mi suegra como todos los años para las fiestas y él no regresó, en el camino "me lo mataron". Los vecinos declararon que el no opuso resistencia cuando los de la moto lo asaltaron.

- Ese día comenzó mi calvario, cómo iba a pensar que solo recibiría $ 20.000 del seguro de vida, que del sepelio me debía encargar yo o mis hijos y que recién iba a cobrar el dinero en 45 días!!!

- A partir de ese momento aprendí que todos se ofrecen con la mejores intenciones de colaborar, pero llegado el momento "nadie me ayuda".

- Cada cual tiene su familia, sus compromisos y su presupuesto, a pocos les sobra para ayudar a quienes no fueron previsores y difícilmente puedan devolver un préstamo.

- Llegan las cuentas y facturas, son como monstruos amenazando todos los días y no me dan tiempo para reacomodarme, "yo no puedo esperar", tengo pánico de perder todo.

- Hoy vivimos con la jubilación de mi suegra $ 3.600, ella me mantiene, sobrevivimos con esos $ 30 por día.

La empleada de Anses ingenuamente preguntó, señora su marido no tenía ahorros o un seguro de vida particular?

En ese momento su yerno que no había emitido sonido alguno, bajó y movió su cabeza de un lado a otro negativamente.

Entonces ella se reprochó muy enojada:-¡pensar que yo le dije que no contratará el seguro de vida que le ofreció su primo, que no le iba a pasar nada, que era jóven y sano para eso y para colmo agregué, que era atraer la mala suerte!

- Yo tengo 47 años, antes daba clases de apoyo a alumnos de la secundaria, todo cambió, los planes de estudio, las materias y ahora los aprueban a todos sepan o no.

- ¿Cuánto va a demorar el trámite de mi pensión? yo no puedo sobrevivir con la mínima! cuándo voy a comenzar a cobrar?

- Ya colecciono facturas con los vencimientos atrasados y el banco también reclama una deuda.

Como asesor de seguros de vida quería filmar la escena y mostrarla a cada prospecto que responde "lo voy a consultar con mi mujer".

A modo de lección, cuando aparece la objeción uno debería responder "mejor consultalo con una viuda", ella es la que te va a dar razones suficientes para contratar ahora tu póliza.

Regresaba la empleada dispuesta a atenderme, le pedí permiso y allí mismo le entregue mi tarjeta de presentación al yerno, diciendo: -cuando tu suegra finalice el trámite de la pensión que me llame, es una propuesta seria que podría ayudar a mejorar su situación financiera-, seguramente quienes me conocen suponen mi intención.

Quizás el día de mañana compartiendo su historia personal, logre evitar que otros se equivoquen y de allí a convertirse en profesional del seguro de vida solo hay un paso, ya lo veremos.

18 de junio de 2015

Llenar el embudo de ventas 12 Consejos para generar ingresos consistentes durante todo el año

Me gustan los debates que se producen  entre los participantes durante las 16 horas de curso de ventas  que imparto  a  agentes de seguros de vida.

Estos debates enriquecedores  surgen a partir de la directa relación entre las comisiones mensuales  y  la  prospección de nuevos clientes. En general los agentes se quejan de que no se puede crear un flujo constante de ingresos de comisiones  mes tras mes.

 En lugar de una línea recta que aumenta consistentemente en el tiempo como una flecha apuntando hacia arriba, se encuentran mirando en varias ocasiones  los resultados de ventas como un palo de hockey.  Pocas comisiones durante dos meses, un fuerte aumento durante un mes o dos, y luego hacia abajo de nuevo un mes más tarde.
 
Entonces, ¿qué puede hacerse para mantener el embudo de ventas de prospectos, para asegurar un flujo consistente y confiable y obtener  ingresos durante todo el año? .

Noventa y nueve veces de cada cien, la falta de ingresos constantes (el "síndrome del palo de hockey")  es causada por la falta de constancia de prospección. La falta  regular de prospectos, inevitablemente, se traduce en ingresos irregulares, y de comisiones inconsistentes. Es así de simple.
 
Esto es especialmente cierto cuando el negocio va bien. Es muy fácil olvidarse de la prospección cuando se está envuelto con una docena de negocios calientes, que exigen reuniones largas y múltiples, llamadas  de consultas, demostraciones. Se siente una tranquilidad que de no seguir prospectando se convierte para algunos en una desesperada búsqueda de clientes o prospectos para ofrecer sus productos o servicios.

Pero éste es precisamente el momento en que más se debe  prospectar, para asegurar que el flujo constante de ventas  permanezca  uniforme durante el tiempo.
 
La prospección puede ser una tarea difícil y  para muchos agentes  es tarea de enormes proporciones. El simple hecho es, que no todos los agentes quieren hacerlo.

Aún no me he encontrado con un top de ventas profesional para el que la prospección no ha jugado un papel fundamental en su éxito.
 
Y seamos sinceros,  los prospectos no caen del cielo. Después de todo, aunque usted domine  todas las técnicas de preguntas, de cierre y negociación, si no tiene un prospecto a cliente adelante suyo difícilmente pueda aplicar esos conocimientos y habilidades.
 
Así que si  se deja el paso de la prospección para el final de lista diaria puede que la profecía  del palo de hockey se cumpla.

Aquí hay 12 sugerencias que les proponga aplicar a los participantes de mis cursos de ventas que ayudarán a asegurarse de que su embudo de ventas esté lleno de clientes potenciales: 

1. Vender más productos a los clientes existentes. Esto puede incluir la venta de cantidades adicionales del mismo producto, la venta de complemento a los servicios o productos de su cartera existente, o la introducción a sus clientes existentes a un nuevo producto que puede interesarse.
 Para empezar, esté en contacto con sus actuales clientes a través de una combinación de métodos directos (llamadas telefónicas) e indirectos (correo electrónico, correo directo) una vez cada seis semanas, con el objetivo de vender  otros productos o pedidos de repetición. Simplemente no se vaya por la borda, no haga llamadas muy seguidas o usted puede cruzar esa línea mágica entre la persistencia y el acoso.

2. Establezca una meta para el número de eventos de networking que asistirá en cada mes, y el número de gente nueva que le gustaría contactar. Recoja la mayor cantidad de  tarjetas de negocios de las personas que pueden ser futuros clientes.

3. Prémiese para el cierre de nuevos negocios. Disfrute de un corto viaje de fin de semana, o cenar fuera en un restaurante temático. Recuerde: lo que se recompensa, se repite.

4. Echa un vistazo a sus listas de base de datos. Establezca  una campaña de email marketing dirigido a familiarizar a los posibles nuevos clientes con su empresa o productos. a continuación haga un seguimiento por teléfono.

5. Pregunte a sus clientes actuales por otros contactos que ellos conocen y que usted no puede llegar tan fácilmente. La clave es ser lo más específico posible. Por ejemplo, no sólo adoptar un enfoque genérico, ¿Conoces a alguien que…?. En su lugar, haga una lista de todas las empresas o personas que le interesa conocer, acérquese a los clientes existentes que puedan tener un contacto con los nuevos prospectos, y luego simplemente pregunte: "Sr. Cliente, he estado tratando de conseguir del vicepresidente de marketing de ABC  S.A. una entrevista y no he podido conseguirlo todavía, podría usted presentarme? Si se trata de uno de sus socios comerciales o socios,  es probable que su cliente conozca a la persona que deseas conocer, y, probablemente, estará más que feliz de hacer la introducción.

6. Ir a dar un paseo alrededor de su territorio, y echar un vistazo de quien se encuentra en el "barrio". Luego, trate de hacer algunas llamadas en frio. El cambio de perspectiva puede ser refrescante, y nunca se sabe cuándo va a encontrar  negocios en los que  usted no había pensado.

7. Haga un hábito de almorzar, tomar un café o el desayuno con al menos una persona nueva cada semana. Compartir ideas, y darles todas las pistas que puedan ayudar a ellos primero.

8. Escribe artículos  relevante on-line o  publicaciones impresas que sus clientes potenciales puedan leer. No es tan difícil de ser publicado como se podría pensar, y una vez que haya sido publicada una vez, sólo se hace más fácil. Sólo asegúrese de mantener todos los derechos sobre sus artículos por los que no le paguen por escribir. Luego, una vez que han sido publicadas, envíe un correo electrónico o postal a sus prospectos y clientes invitándolos a leerlo. Además, trate de enviar sus artículos a las publicaciones más grandes (confíe en mí) que no muerden, y si su artículo es aceptado, mejorará  su credibilidad y su visibilidad ante el público.

9. Sea voluntario para hablar en ferias y conferencias. Como regla general, usted debe hablar en cada feria comercial y conferencias. Exponga temas atractivos sobre su negocio que lleven a los prospectos a pedirle propuestas  o mayor información sobre el tema. Invite a los prospectos  gratuitamente a su conferencia, y establezca  momentos específicos para conocer gente. De esta manera, usted recibirá un flujo constante de tráfico.

10. Sea excelente en lo que hace. La palabra viaja rápido, así que hacer todo lo posible para asegurarse de que todas las conversaciones acerca de usted sean positivas.

11. Si es posible, únase a las asociaciones profesionales u organizaciones de sus clientes y prospectos a las cuales ellos pertenecen. No sólo estas asociaciones lo mantendrán al día sobre lo que está sucediendo en la industria, también le proporciona una gran oportunidad para conocer  gente clave y conocer sus necesidades. Para construir una red exitosa, asegúrese de asistir a las reuniones tan a menudo como sea posible - no sólo una o dos veces al año.

12. Por último, una forma rentable de mantener su nombre delante de los clientes potenciales, pruebe el envío de correos a los prospectos, con los temas pertinentes de interés. Enviar esta correspondencia una vez cada 6 semanas
 
Por supuesto, esto no es una lista completa de todas las formas posibles para construir su
red y encontrar nuevos prospectos. Pero hay algunas ideas consagradas por el tiempo que me han dado resultado.
 
Y recuerde, usted no necesita poner en marcha todas estas ideas a la vez para  convertirse en un exitoso buscador de oro. De hecho, podría ser improductivo. Pero al mismo tiempo, usted debe practicar   al menos cuatro de estas doce técnicas, y asegúrese de que las cuatro que usted elija, las practicará con sus clientes.
 
La clave es hacer de  la prospección  un hábito regular. Mediante la asignación de una cantidad fija de tiempo cada día, cada semana, a conocer gente nueva, en el  largo plazo, su embudo de ventas será más completo  y su "palo de hockey" de ingresos será una cosa del pasado. 

Fuente: Dionisio Melo - Blog


Equipo de Masterforum curso de capacitación

Parte del equipo de Masterforum junto a otros profesionales con los cuales hemos compartido y disfrutado un curso auspiciado por CNP, todos hemos aportado experiencias e incorporando herramientas con el propósito de ser cada día mejores y más exitosos en nuestra tarea.








8 de junio de 2015

Analfabetos emocionales

Ser analfabeto emocional es ser incapaz de reconocer, entender, aceptar y
gestionar las emociones propias y ajenas.

En la actualidad, a pesar de poder tener fácil, rápido y cómodo acceso a la formación y a la información, seguimos sin ser personas más equilibradas psicológica y emocionalmente, ya que sigue existiendo una asignatura pendiente: el aprendizaje emocional. Seguimos siendo incapaces de controlar y gestionar adecuadamente las emociones.

Y cuando menos, resulta curioso que en las redes sociales, muchos dicen querer cambiar el mundo, y sin embargo, pocos dicen querer cambiarse a sí mismos. 

¿Demagogia, ignorancia o ambas?

¿Por qué no somos inteligentes emocionales?

Existe una etapa idónea para aprender a gestionar asertivamente las emociones, la cual se correspondería con las etapas iniciales de la vida: la niñez, la adolescencia y la juventud; aunque esta idoneidad no afirma que no podamos iniciar el aprendizaje emocional en etapas más tardías de la vida. 

Hoy la neurociencia nos ha explicado la plasticidad del cerebro. Plasticidad que permite que el aprendizaje y el cambio se puedan realizar a cualquier edad. 

Vamos, que no hay disculpas plausibles para no aprender en cualquier momento de la vida. Y doy fe que se puede realizar a través de los múltiples coachees con los que he tenido el privilegio de trabajar.

Diversas investigaciones confirman que los niños desde muy pequeños son capaces de leer, comprender e incluso manipular las emociones de las personas que les rodean, sobre todo las de los adultos. 


Entonces, ¿qué ocurre posteriormente? 

Que desarrollamos el sistema cognitivo, la zona del cerebro relacionada con las matemáticas, la lengua, etc... y sin embargo, no desarrollamos el sistema límbico, la zona del cerebro relacionada con las emociones. 

Este aprendizaje se debería realizar en la familia y en el colegio, enseñando a resolver los conflictos de la forma adecuada desde pequeños. 

Y aquí es donde "con la iglesia hemos topado querido Sancho" que diría nuestro afamado hidalgo Don Quijote.

Como consecuencia, es frecuente encontrar a muchos adultos incapaces de relacionarse adecuadamente, porque no han aprendido a relacionarse consigo mismos y con otras personas de una forma asertiva. 

Estos adultos tenderán a culpabilizar a los demás de sus errores, fracasos y frustraciones, evitando el autoconocimiento y la responsabilidad de sus actos. Y con la sociedad hedonista en la que nos encontramos, donde el "yo" y el "ahora" es lo más trascendental, tenemos el caldo de cultivo idóneo para eximirnos de cualquier responsabilidad.

¿En qué se basa el aprendizaje emocional?

El aprendizaje emocional se basa en 5 puntos:

1. Empatía: ser capaces de reconocer, aceptar y comprender las emociones ajenas sabiendo ponerse en el lugar del otro y aceptando a los demás tal cómo son.

2. Habilidades sociales: gestionar las emociones de forma asertiva para lograr lo mejor de cada uno. Una persona que tiene entrenadas las habilidades sociales, será capaz de actuar como mediador en los conflictos interpersonales, de asumir el liderazgo de los grupos y de dar apoyo emocional a quién lo precise.

3. Autoconciencia: aprender a reconocer las emociones, es decir, saber diferenciar la tristeza de la depresión, la ansiedad del abatimiento... y sobre todo, ser capaces de explicar su origen y por qué y cuándo se suscitan.

4. Autocontrol: aprender a gestionar las emociones negativas, es decir, controlar la ira, la irritabilidad, liberarse de la depresión...

5. Automotivación: aprender a plantearse objetivos, así como favorecer emociones positivas que faciliten la consecución de los mismos.

¿Para qué sirve la inteligencia emocional?

Sin Inteligencia Emocional no se está capacitado para dirigir equipos y/o vender
de la forma en que hoy es necesario. 

Quienes ocupen estos puestos, deberán asumir su déficit e iniciar el cambio, o tendrán que dejar el puesto a otra persona más inteligente emocionalmente.

La Inteligencia emocional sirve para aceptarnos y aceptar a los demás. Es el aceite que suaviza las relaciones interpersonales, haciéndonos expresar las emociones de la forma adecuada ante cualquier eventualidad o conflicto.

• En el ámbito profesional, es esencial para crear un buen clima laboral y que las relaciones fluyan en buena dirección. Sin ella, es difícil que haya motivación, eficiencia y productividad durante mucho tiempo.

• En el ámbito personal, si bien cada uno es libre de autodestruirse como más le guste, nadie es libre para dañar a los demás. 

Sin ella, no existen las relaciones sanas y cordiales.

Es un aprendizaje que merece la pena.

Fuente:Francisco Helguera

18 de mayo de 2015

Autovaloración

Érase una vez un joven que acudió a un sabio en busca de ayuda.

-Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo ganas de hacer nada. 

Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. 

¿Cómo puedo mejorar? 

¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo: «Cuánto lo siento, muchacho. No puedo ayudarte, ya que debo resolver primero mi propio problema. 

Quizá después…». 

Y, haciendo una pausa, agregó: «Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar».

-Encantado, maestro -titubeó el joven, sintiendo que de nuevo era desvalorizado y sus necesidades postergados.

-Bien -continuó el maestro. 

Se quitó un anillo que llevaba en el dedo meñique de la mano izquierda y, dándoselo al muchacho, añadió-: Toma el caballo que está ahí fuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda.

Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, y no aceptes menos de una moneda de oro. 

Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.

El joven tomó el anillo y partió. 
Apenas llegó al mercado, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes, que lo miraban con algo de interés hasta que el joven decía lo que pedía por él.
Cuando el muchacho mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le giraban la cara y tan sólo un anciano fue lo bastante amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era demasiado valiosa como para entregarla a cambio de un anillo. 

Con afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un recipiente de
cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta.

Después de ofrecer la joya a todas las personas que se cruzaron con él en el mercado, que fueron más de cien, y abatido por su fracaso, montó en su caballo y regresó.

Cuánto hubiera deseado el joven tener una moneda de oro para entregársela al maestro y liberarlo de su preocupación, para poder recibir al fin su consejo y ayuda.

Entró en la habitación.

- Maestro -dijo-, lo siento. 

No es posible conseguir lo que me pides. 

Quizás hubiera podido conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

- Eso que has dicho es muy importante, joven amigo -contestó sonriente el maestro-. 

Debemos conocer primero el verdadero valor del anillo. 

Vuelve a montar tu caballo y ve a ver al joyero. ¿Quién mejor que él puede  saberlo?

Dile que desearías vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. 

Pero no importa lo que te ofrezca: no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven volvió a cabalgar.

El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo al chico:

- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya mismo, no puedo darle más de cincuenta y ocho monedas de oro por su anillo.

– ¿Cincuenta y ocho monedas? -exclamó el joven.

– Sí -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de setenta monedas, pero si la venta es urgente…

El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. 

Tú eres como ese anillo: una joya, valiosa y única. 

Y como tal, sólo puede evaluarte un verdadero experto. 

¿Por qué vas por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?

Y, diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo meñique de su mano izquierda.
 
Cuento del poeta argentino Jorge Bucay que nos recuerda nuestro compromiso interno de autovalorarnos.
Cuando un prospecto o cliente posterga contratar un seguro de vida o asistencia, debemos entender que no es a nosotros a quienes rechaza, está rechazando contratar un plan que lo beneficiará a él y sus beneficiarios.
Como profesionales siempre confiamos que las personas comprendan como pueden proteger lo que más aman en su vida, por razones que muchas veces desconocemos postergan o rechazan la idea.
Ese es el momento de visitar a otros prospectos calificados como el joyero, que están esperando y necesitan de nuestro asesoramiento para tomar la decisión de contratar un plan de seguro.
 

11 de mayo de 2015

Riqui - Historias personales para compartir


. . . se junta conmigo todos los sábados, alrededor de las siete de la tarde, en el cafecito de la esquina del colegio en donde hicimos algunos años de nuestra escuela secundaria, aunque no estuvimos en la misma división. 

En estos últimos meses Riqui llega con el cabello mojado porque viene de sus sesiones de rehabilitación, lo que implica que tenga que hacer ejercicios en una piscina junto con un grupo bastante numeroso de muchachos, todos accidentados, con diferente gravedad de lesiones.

Habitualmente lo saludo con una referencia a nadadores destacados de nuestro deporte.

" ¿ Qué hacés, Nicolao ? "

" ¡ Meolans, viejo nomás ! "

" Che, Riqui, recién pasó Georgina Bardach  y te dejó saludos."

" ¿  En qué nadás . . . digo . . . en que andás, Abertondo ? "

" ¿ Entrenando o estrenando, Candiotti ? "

Él sonríe condescendiente, acostumbrado a mi sin sentido del humor, deja el bolso a un costado y se sienta.

Mi amigo es rubio y tiene pinta, es alto, delgado, peina algunas canas, pocas, conserva la mayoría de su cabellera actualmente más corta que en los años setenta, usa bigotes y conserva la cara juvenil.

Antes su sonrisa era fácil y contagiosa.

Ricardo pasea ahora varios pares de clavos y un par de placas de una aleación de titanio en su pierna izquierda.

Su tibia y su peroné se fracturaron en el accidente en el cual Pistola perdió la vida.

Un vehículo de gran porte invadió el carril por el cual circulaban en el automóvil conducido por Pistola, dentro de la velocidad establecida como máxima - según pudieron establecer las pericias del siniestro- , con las luces bajas encendidas y en perfectas condiciones de funcionamiento.

Además, Riqui sufrió múltiples traumatismos menores y escoriaciones.
A veces, al salir del bar, se toma de mi brazo hasta que llegamos al auto.

Me explica que, no es muy frecuente pero tiene problemas leves de equilibrio.

A consecuencia de la conmoción cerebral que superó sufre también de pérdidas de memoria parciales.

Fuí victima de sus despistes, sin embargo . .

Es imposible enojarse con Riqui.

Es una de las razones por las cuales Pistola se lo llevó a trabajar con él.

Cuando había que decir : " No." ; Riqui sabía como hacerlo sin herir suceptibilidades, ni crear rencores.

Cuando había que dar noticias desagradables era Riqui, y no Pistola, quien le hacía frente a la situación. 

Una condición adicional a su gran capacidad de trabajo.

A su versatilidad.

Pistola fue pionero en instalar una farmacia sin ser farmacéutico y la transformó en una cadena, en abrir un pool, en inaugurar una cancha de paddle, en armar videoclubes, en gerenciar parripollos y en reciclar propiedades con mejor visión a futuro que cualquier arquitecto.


Entraba a un rubro sin conocerlo a fondo y salía de él vendiendo los fondos de comercio antes de que el exceso de inversores o las voraces presiones fiscales derrumbaran el negocio.

En cada actividad Riqui fue su mano derecha.

Pistola, que no tenía un gramo de tonto, le pagaba excelentemente bien a Ricardo por secundarlo.

 

Por eso Riqui solventó de su bolsillo los gastos médicos que generó su internación y está pagando los EEG - Exámenes de ondas cerebrales -, las tomografías computadas, las resonancias magnéticas y todos los otros estudios que debe y quiere hacer para controlar su rehabilitación.

Pistola y Riqui nunca formalizaron su vínculo laboral.

Ni Graciela, la viuda de nuestro amigo, ni sus hijos, aunque desean con todo su corazón hacerlo, están hoy en condiciones de poder asistirlo, debiendo enfocarse en la resolución de sus propios y graves problemas financieros surgidos por el fallecimiento de Pistola. 

Riqui es consciente de que mientras dure la incapacidad temporal que lo afecta deberá pagar de sus ahorros la continuidad y el desarrollo de la vida normal de su familia, de su esposa, de sus tres hijos ; de su madre y de sus suegros, a los que " ayuda ".
 
De lo que no tiene conocimiento es del tiempo en que durará esta incapacidad, ni de si necesitará una o más intervenciones quirúrgicas en su zurda, con la que supo hacer tantos goles y tirar centros a las cabezas en los picados del club y de la plaza enfrente del policlínico.

La única vez que hablamos con Pistola de una póliza, para que suscribiera un seguro de vida, hace más de diez años atrás, Riqui, su hombre clave, el de su mayor confianza, estaba presente. 

Con ambos, mis mejores amigos, mis compinches, mis consultores preferidos, compartí las posibilidades de incorporar en estas coberturas las cláusulas de fallecimiento accidental y de incapacidad.

Pistola, se los conté, declinó mi ofrecimiento.

Riqui, se comportó igual que muchas otras personas con las cuales hablo de seguros, hizo como que no le hablaba a él, incluso cuando Pistola nos dejó solos en su oficina, siendo que mi intención desde la amistad y desde lo profesional, era que mis dos amigos estuviesen protegidos.

Pistola podía brillar más como emprendedor exitoso ante los contactos profesionales y los proveedores, pero los tres sabíamos que la mayoría de sus " goles " empresariales, de sus golazos en los distintos nichos de mercado, sus " taquitos ", sus " palomitas ", sus " chanfles " a la red eran preparados y centrados por Ricardo.

Riqui se autoexcluyó de la posibilidad de suscribir un seguro de vida.



¡ El habilidoso que dejaba los balones servidos en el área chica al goleador del equipo no se permitió una anotación personal !

¿ Trabajó tanto para el conjunto que se habituó a postergarse a sí mismo ?

Me resulta evidente, como crítica a mi desempeño, que no puntualicé lo suficiente que estábamos hablando de ellos y de sus familias, porque ambos me contestaron desde lo individual y sé, los conozco desde nuestras adolescencias, de su generosidad y que los dos lo harían todo y más por los suyos.

De Pistola, desde su rol, lo tenía dentro de las posibilidades que evalué antes del encuentro.

De Riqui, me sorprendió.
 
Tal vez sea un mecanismo psicológico de protección, una suerte de autodefensa psíquica, lo ignoro . . . 

Si usted cuando le hablan de los seguros de vida tiene el mismo comportamiento que Ricardo, le deseo que tenga el mismo respaldo económico personal que él tiene.

Y ruego fervientemente que a todos ustedes les alcance para superar las circunstancias económicas y los traumas físicos y psíquicos posteriores.


Si no es así, quizás . . . le sería conveniente concertar una entrevista con un productor asesor de seguros para protegerse usted y para proteger a quienes dependen de usted : sus seres queridos, su familia.
 
Por favor, no se autoexcluya, ni los excluya.


Gracias Alejandro Lacquaniti por compartir tu historia con nosotros.