La otra tarde observé con asombro la ardua tarea de una
pareja de pájaros horneros, dedicados a la construcción de lo que sería el nido
donde albergarían a sus pichones.
Al cabo de 1 mes su casita quedó terminada,
trabajaron ambos , macho y hembra avanzaron en su cometido, a pesar
de las lluvias y tormentas que no pudieron destruir esta
verdadera obra de ingeniería.
Un tiempo después escuché a sus crías y observé como se turnaban, uno los cuidaba mientras el otro salía a buscar alimento.
El día que uno de ellos no regresó, el desamparo llegó a los pichones porque el único integrante que podía protegerlos se vió en la necesidad de salir a buscar comida.
Si lo llevamos a la vida humana, la misma historia podría tener un final muy distinto, ya que como seres racionales podemos planificar.
Tratándose del futuro de los hijos:
Ningún padre planea fracasar, pero muchos fracasan por no planificar.
Hoy cuando muchos de ustedes se encuentran construyendo el
nido para albergar a sus futuros pichones, es el mejor momento para analizar
como protegerlos ante la prematura desaparición o incapacidad de alguno de sus
padres.
Sumamos a esta planificación, planes en los cuales el costo
de esa protección regresa a nuestro bolsillo como un ahorro que permite
incrementar los recursos para el futuro.
Hace 30 años que estamos dedicados a resolver estas
preocupaciones, no dude en comunicarse o llamarnos, consultas sin cargo.
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