18 de mayo de 2014

Observarlos me asombró …



La otra tarde observé con asombro la ardua tarea de una pareja de pájaros horneros, dedicados a la construcción de lo que sería el nido donde albergarían a sus pichones.  
Al cabo de 1 mes su casita quedó terminada, trabajaron ambos , macho y hembra avanzaron en su cometido, a pesar de  las lluvias  y tormentas que no pudieron destruir esta verdadera obra de ingeniería.

Un tiempo después escuché a sus crías y observé como se turnaban, uno los cuidaba mientras el otro salía a  buscar alimento.

El día que uno de ellos no regresó, el desamparo llegó a los pichones porque el único integrante que podía protegerlos se vió en la necesidad de salir a buscar comida.

Si lo llevamos a la vida humana, la misma historia podría tener un final muy distinto, ya que como seres racionales podemos planificar.
Tratándose del futuro de los hijos: 

Ningún padre planea fracasar, pero muchos fracasan por no planificar.


Hoy cuando muchos de ustedes se encuentran construyendo el nido para albergar a sus futuros pichones, es el mejor momento para analizar como protegerlos ante la prematura desaparición o incapacidad de alguno de sus padres.
Sumamos a esta planificación, planes en los cuales el costo de esa protección regresa a nuestro bolsillo como un ahorro que permite incrementar los recursos para el futuro.
Hace 30 años que estamos dedicados a resolver estas preocupaciones, no dude en comunicarse o llamarnos, consultas sin cargo.


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